Vivas Nos Queremos
Estrella Soria
Tristemente lo que han definido los temas de las charlas y planteamientos de las mujeres tienen que ver, otra vez, con la presión a cuestas de subvertir, de apropiarse, de generar autodefensas y regulaciones mientras cualquier cantidad de intentos de minar la vida nos asecha, ésta es una realidad ineludible en los diferentes cruces de personas que durante los últimos meses presenciamos sobre los territorios en México.
Primera parada: el ¿Trans-hack-feminista?
El primer THF nació en Calafu, Colonia eco industrial post capitalista, ubicada a 60 km de Barcelona en España donde uno de los principales objetivos se ubicó en la emancipación y autodeterminación como fuente de vida y conscientes del enorme aumento de la violencia feminicida en México, el acuerdo para el Segundo THF fue generar espacios de autodefensa feminista en todos los ámbitos para abrir los conceptos, las posibilidades, donde las palabras trans, hacker y feminismo, fueran el pre-texto para repensarnos, y construirnos a partir de la posibilidad.
Para quien le parezca complejo de pronunciar, y más aún de entender, digamos que se tiene que vivir para poder dar lecturas y sentido a las ideas que lo provocan, especialmente cuando es tu primer acercamiento. El caso del THF en A.D.A., un centro social en Puebla, México, la segunda emisión de este encuentro concibió el reconocimiento y la búsqueda interseccional en un ambiente seguro, disparando deseos hacia acercamientos a la “tecnologia feministas y post-colonialistas que fomentaran las diferencias, la autonomía, la liberación y resistencia social. Para iniciar ese proceso de liberarnos de tecnologías del capitalismo y del patriarcado tendremos que empujar un poco más los límites de la tecnología.
Creemos que para tener más activistas feministas y post colonianistas liderando el uso y desarrollo de tecnologías libertarias, se necesitan espacios seguros para despertar el deseo de actuar.
Así que a través de compartir momentos, gustos, diferencias en el debate y en la cotidianeidad descifrábamos el nombre que daba sentido a la segunda convocatoria “Error 404: Tecnologías disidentes no encontradas”. En las pausas o mientras escuchaba las participaciones y comentarios, me preguntaba si es que algunas vecinas del barrio de San Antonio y algunes otres nos había convocado las ¿ideas vanguardistas? ¿qué fue lo que nos generó el interés y curiosidad? Era claro que no compartíamos cotidianeidades pero que habían llegado hasta ahí personas con referencias y necesidades diversas y concretas. Resulta desafiante albergar una provocación que nos genere el encuentro y los diálogos, cuidando el proceso de una discusión artificial sobre lo que en común no se había pensado.
Dentro del segundo THF se sugería mapear con quiénes, cómo y a través de qué queríamos compartir nuestra información, así como cuando una decide con quiénes y cómo queremos caminar para ubicarnos desde el encuentro cercano y desde la interconexión, desde el cruce de fronteras físicas y metafóricas para ubicar puntos en común sobre la importancia que tiene para nuestras luchas cotidianas, reconociendo nuestra autonomía personal para tomar decisiones y agenciar los cambios desde nosotras. Con quién y cómo nos compartimos, si queremos o no hacerlo. Las mismas decisiones llevadas a todos los rincones de nuestra vida, sin que nos pesara ninguna obviedad.
Segunda parada: Gobernanza en internet
La fuerza de las mujeres y el discurso feminista estuvieron presentes. Al cabo de varios años en los que la sociedad civil estuvo marginada de los espacios de incidencia y en medida que internet se ha vuelto de gran relevancia para la economía, la vida y activismo de muchas personas, se reconoce cada vez más relevantes para sentar reglas claras en la gestión del internet. Aquellos lugares mucho más restringidos para nosotras y en los cuales se reúnen algunas organizaciones de la sociedad civil, empresas, centros de investigación y las representaciones de gobierno, fue en la Reunión Regional Preparatoria para el Foro de Gobernanza de Internet donde irrumpimos hasta en los espacios de café donde también los límites son tangibles a pesar del ramo de sonrisas que los acompañan.
El 1 y 2 de agosto, el Programa de derechos de las mujeres de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) organizó un Intercambio sobre género y gobernanza de internet (gigXALC) en el que reunió a 35 mujeres provenientes de 12 países de América Latina y el Caribe que trabajan en proyectos de apropiación tecnológica por la defensa de los derechos de las mujeres y contra la violencia hacia las mujeres. Al menos 30 mujeres estábamos listas para participar en la Reunión preparatoria para el Foro regional (LAC IGF 8) que tuvo lugar el 3 y 4 de agosto. ¿Por qué es importante que las organizaciones feministas se empoderen en el uso estratégico de nuevas tecnologías? ¿Cuáles son los riesgos?
Estar conscientes de las fortalezas que nos da el encuentro nos hace tener certezas de las formas en que podemos incidir para que las decisiones sean tomadas, reconociendo los potenciales y las limitaciones de los macroespacios, que ya de por sí marginan a muchas mujeres. Interpelar, hacer presentes nuestras realidades desde la sociedad civil, supone visibilidad pero sobre todo se caminan las complicidades en el discurso, en la investigacción, en las estretegias y tácticas cotidianas. La incidencia al estudiar, defender, argumentar, programar, testear, educar, y compartir, potencian mucho más escenarios en la vida de las mujeres que destinar la energía únicamente influir en quienes toman y ejecutan las decisiones por todxs.
Existen formas de enfrentar los desafíos que nos supone la vigilancia masiva y hasta la enfocada, pero la violencia simbólica y física concreta que se dirige a comunicadoras, periodistas y defensoras de los derechos humanos es letal y urgente de combatir. Generar las herramientas jurídicas y las garantías para hacernos defender es vital para nosotras, pero también las técnicas y las tecnologías para ejercerlas.
Mi cuerpo es mío, el internet también
Reconocer nuestro cuerpo, nuestra tecnología, como nuestras, ha sido un trabajo permanente de generaciones, de igual manera están en disputan las libertades que podemos ejercer y los derechos que podemos exigir en el uso de tecnologías externas. La agenda feminista nos hace incluir nuevos retos y configuración de realidades.
No podemos seguir descartando la dimensión micropolítica en beneficio de una sobrevaloración de la macropolítica cuando hablamos de incidencia, así como no podemos otra vez acomodarnos en espacios y discursos que están “cedidos” desde el poder porque luego estaremos paradógicamente buscando otra vez las “vacunas” macros sin resolver los micros. No podemos seguir promoviendo la idea del empoderamiento de las mujeres a través de las TIC’s, omitiendo los riesgos que trae consigo. No podemos seguir trabajando por la seguridad de las mujeres cuando no somos capaces de cuidar la propia.
Los aciertos que tenemos de nuestro lado son todos si nos atrevemos a problematizarlos. Es uno de los principios centrales de lucha de las feministas para reclamar que nuestro cuerpo, territorio de control político del patriarcado y los hombres, debe ser uno de los espacios privilegiados de la autonomía femenina. Mi cuerpo es mío, derecho al aborto, acceso a la educación sexual y a anticonceptivos, son reivindicaciones políticas que buscan hacer visible una dominación que pasa por lo más propio e inalienable: el cuerpo. Sin embargo, en el caso de las mujeres ese cuerpo ha sido históricamente expropiado por el control externo de su sexualidad, que no se nos pase ocupar y reconocer lo que también es nuestro territorio, nuestras tecnologías y el internet.
Referencias
@caracol_azul