Software Libre en las aulas de Latinoamérica: una mirada crítica
La Imilla Hacker
A vueltas con la brecha
La “brecha” de lo digital se percibe como algo que hay que cerrar a toda costa, generalmente a golpe de decreto presidencial (Sísifo, 2014). Este razonamiento prioriza el que un país no puede permitirse “quedarse atrás” en la carrera del desarrollo, especialmente cuando lo tecnológico es una mediación central para el desarrollo industrial y económico en cualquier otro sector. La penetración de lo digital, la conectividad y el auge de las big telcos se percibe como inevitable, y una sociedad no puede quedar al margen. Más y mejor tecnología significa, en esta lógica, más inversión en activos futuros en un mercado competitivo y desigual.
Países que se sitúan como referentes en este “cierre de brechas” con Software Libre son Uruguay (Plan Ceibal, OLPC), Venezuela (proyecto Canaima), Bolivia (Quipus), Ecuador, México y Argentina (Huayra).
Por otra parte, desde abajo percibimos la “alfabetización digital” como una oportunidad para desarrollar procesos donde el individuo y las colectividades a las que pertenece adquieran competencias que le permitan más autonomía. La agenda de la emancipación necesita de la apropiación de toda técnica necesaria (Comité Invisible, 2014), así como de generar la capacidad de crear y difundir contenidos propios y de mantener intercambios significativos con comunidades afines. Acompañar los procesos educativos desde etapas tempranas brinda una oportunidad única, y tal vez sea el único modo de asegurar un futuro cambio de paradigma, capaz de sustituir los actuales cerramientos sobre la Propiedad Intelectual por otras lógicas basadas en el Procomún.
Alfabetización digital: una oportunidad para desarrollar procesos donde el individuo y las colectividades a las que pertenece adquieran competencias que le permitan más autonomía.
En suma, la agenda estatal no va a ser necesariamente aquella que trae una mayor autonomía para las de abajo, aunque surjan alianzas estratégicas en torno a la oportunidad de difusión del SL y el Conocimiento Abierto y el acceso temprano a las tecnologías de producción digital.
¿Una niña, una hacker?
Cuando en 2006 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo decide, en Davos, respaldar la visión de mecenas “visionarios” como Negroponte del MIT, poniendo en marcha el proyecto de OLPC, se estaba aterrizando en la realidad la visión post-cyberpunk de que, con los medios adecuados, de los slums del Sur Global puede surgir un ejército de hackers que ponga en jaque al status quo capitalista transnacional, rompiendo las dinámicas neocoloniales que hacen que los slums sigan siendo slums (Stephenson, 2005).
El problema aquí es cuál es la visión de lo hacker que está en juego: para el MIT opera un formidable proceso de captación paternalista donde el talento del bricoleur tiene que ser descubierto, captado y reconducido a las estructuras “emprendedoras” de producción que le permitirán convertir su potencia en un producto final comercializable. Sus hackers se reúnen en “hackerspaces”, que inevitablemente conducen a la esfera de las startups (Maxigas, 2013).
Los Estados encuentran en esta dinámica una vía efectiva de construcción de héroes nacionales que activan en el imaginario las potencias que los programas estatales pueden poner en juego: el niño de comunidad que gana una olimpiada de robótica programando un Lego Mindstorms, y por tanto revela su genio sin pulir, en potencia, capaz de levantar la economía nacional. Un genio siempre individual, nunca colectivo, porque no cabe un pueblo entero en la TV.
El problema aquí es cuál es la visión de lo hacker que está en juego: para el MIT (…) sus hackers se reúnen en “hackerspaces”, que inevitablemente conducen a la esfera de las startups.
Siguiendo esta lógica, el lema utopista “una niña, una hacker” se acaba transformando en un más pragmático “un niño, una tablet”: la capacidad de manejar software de forma creativa es intangible, pero las tabletas o netbooks con la silueta del presidente son un dato objetivo que visibiliza el cumplimiento de promesas electorales y hace subir puntos en las encuestas. El Estado sólo contabiliza la infraestructura en su balance del “Acceso Universal”. Y por otra parte, la atención preferencial a las más desfavorecidas tiende a quedarse olvidada por el camino: el número importa más que el trasfondo. La niña de “La Era del Diamante” no va a encontrar en las compus del gobierno el “Libro Mágico” de la novela de Stephenson. Todavía.
El fierro y el logo: la única imagen tangible de lo digital
El lema utopista “una niña, una hacker” se acaba transformando en un más pragmático “un niño, una tablet”: la capacidad de manejar software de forma creativa es intangible, pero las tabletas o netbooks con la silueta del presidente son un dato objetivo.
En las experiencias mencionadas, las inversiones principales de dotación tecnológica han ido a parar a dos áreas principales:
1. Subsidiar máquinas baratas: unas pocas veces se realiza I+D especifico, que deja algunos resultados interesantes (la pantalla transreflectiva Pixel-Qi, visible a pleno sol es un spinoff del OLPC). En otros casos, la supuesta transferencia tecnológica consiste en instalar una planta de ensamblaje de tecnología propietaria, con la promesa de alcanzar precios más competitivos respecto al mercado de importación (Bolivia). Es interesante el aspecto geopolítico: la creciente deuda crediticia con China (Bolivia, Venezuela) y su relación con la economía de los hidrocarburos.
2. Distribuciones nacionales remasterizadas: se ha convertido ya en una tradición el que cada proyecto que implique SL produce su propia distribución de software (muchas veces, una derivada de una derivada como Ubuntu). Por supuesto, el derecho de bifurcación es una de las virtudes mas alabadas del modelo del bazar (Raymond, 2001. Véanse los casos de Cuba, Ecuador).
Pero podría concebirse otro modelo de desarrollo de software que no fuera tan centrado en el rebranding, y donde se favoreciera más:
a) el desarrollo de software a medida, basado en procesos participativos en los que se implicase a la comunidad educativa en un sentido amplio e iterativo;
b) una mayor integración de mejoras hacia los proyectos “upstream” (integración del personal en las comunidades de SL, trabajo de paquetería, traducciones, desarrollo de software a medida).
El hecho de que no estemos viendo iniciativas en este sentido puede deberse a:
1) una notable falta de imaginación técnica;
2) la falta de disponibilidad de buenos desarrolladores de SL,
3) la falta de interés, fruto de la cooptación de los equipos de desarrollo de SL (resulta más lucrativo vender caro un mero rebranding que iniciar procesos más complejos, demandantes y no siempre vistosos. Al fin y al cabo, las métricas con las que se van a evaluar los proyectos tienen mas que ver con impactos inmediatos y fáciles de entender).
Las computadoras son por supuesto un soporte necesario para poder trabajar con SL: lo que criticamos aquí es por una parte la presunción de que una computadora por alumno sea la mejor de las inversiones posibles, y por otra la prepotencia tecnocéntrica que lleva a suponer que el hardware (con suerte, con un GNU/Linux instalado) es condición suficiente y necesaria para iniciar procesos de transformación pedagógica.
Lo que criticamos aquí es por una parte la presunción de que una computadora por alumno sea la mejor de las inversiones posibles.
Habría que analizar si la elección de un SO Libre obedece a fundamentos ideológicos o por el contrario, el político de turno simplemente firma por la opción que significa coste cero de licencias, o en todo caso software más barato.
Si el cambio de modelo de producción de conocimiento no está en la raíz de estos programas, guiando cada una de sus implementaciones, sino que obedecen a lo costo-eficiente, difícilmente podemos exigir resultados transformadores.
Por otra parte, al igual que resulta paradójico correr SL sobre hardware propietario, a futuro hay que considerar la tendencia de que el Sistema Operativo cada vez va a ser menos el escenario de la lucha por la libertad y soberanía tecnológica. Como comunidad, tenemos que reflexionar si es una victoria instalar SO Libres si funcionan como una ligera capa sobre la que correr el navegador para acceder a servicios propietarios en “las nubes”. Actualmente, una alternativa masiva de Hardware Libre barato es aún demasiado lejana, pero proyectos como el portátil Novena nos hacen albergar esperanzas. Asimismo, la expansión de redes libres ciudadanas es un complemento excelente para acompañar integralmente los proyectos de dotación y capacitación tecnológica, como alternativa a las nubes corporativas.
Computadoras sin enchufes, computadoras sin internet
Otra crítica extendida es que, en muchos lugares, las computadoras son entregadas pero permanecen bajo llave en las escuelas. En unas ocasiones por falta o retraso en las capacitaciones. En otras porque se distribuyen en escuelas sin enchufes ni energía eléctrica para alimentarlas.
En muchos lugares, las computadoras son entregadas pero permanecen bajo llave en las escuelas. En unas ocasiones por falta o retraso en las capacitaciones. En otras porque se distribuyen en escuelas sin enchufes ni energía eléctrica.
Sin entrar en el debate acerca de la prioridad de cerrar la brecha digital en zonas sin electricidad o agua potable, diremos que la penetración de un modelo de Conocimiento Abierto podría ser un gran aliado instrumental para solventar otros problemas acuciantes: la computadora como ventana a repositorios de diseños Copyleft de tecnología de energías renovables o potabilizadores de agua, por ejemplo. Pero para ello las computadoras tienen que salir del aula, y hay que perder el miedo a que sufran desperfectos. Tiene que existir una vía para que el Conocimiento Libre penetre al taller mecánico, y no sólo a la universidad. Para potenciar la opción bricoleur, hay que relajar el afán de control sobre la dotación institucional, y liberarse de los preconceptos de qué capas de la sociedad necesitan trabajar con una computadora libre. Tal vez necesitemos menos tabletas y más tornos controlados con SL.
Las computadoras tienen que salir del aula, y hay que perder el miedo a que sufran desperfectos. Tiene que existir una vía para que el Conocimiento Libre penetre al taller mecánico, y no sólo a la universidad.
Lo mismo opera para la computadora sin internet: es un cliché moderno que sin conectividad no hay valor. Hace falta extender masivamente iniciativas técnicas que demuestren que el conocimiento digital se puede transmitir offline, sin tener que esperar a que lleguen las telcos extendiendo la fibra óptica: llegará tarde, y será cara.
Linuxeros refractarios
Quizás el mayor peligro sea el hecho de que la comunidad escolar genera resistencia a las “malas migraciones”. Cuando la migración salió mal, cuesta varios años hacer que el profesor al que se le obligó a usar un sistema sin asistencia técnica suficiente, o la alumna a la que se impone un escritorio poco amable y software lleno de errores, vuelvan a probar por propia voluntad cualquier cosa que suene a SL. Hay que evitar estos puntos de no retorno, a toda costa.
Ocupar las aulas
Los programas estatales de dotación tecnológica tienen puntos oscuros. Pero, una vez lanzados, también podemos verlos como una invitación a tomar lo que está ahí, esperando que alguien demuestre que es viable, antes de que se oxiden o se vendan en el mercado negro. Está en las manos de las comunidades en diferentes países demostrar, de abajo hacia arriba, que son herramientas potentes para la transformación pedagógica, social y económica. Para esto necesitamos armar proyectos con imaginación, con equipos multidisciplinares capaces de generar programas con una fuerte integración curricular, y una viabilidad económica sostenida en el tiempo. Pero sobre todo, la valentía de ocupar las aulas y tomar lo que es nuestro.
Notas:
Bibliografía
Hourcade, JP et Al. Early OLPC experiences in a Rural Uruguayan School, 2008. http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/summary?doi=10.1.1.123.2429. Accedido 15 Noviembre 2015.
Pedroza, Sisifo. AL CopyLeft, Software libre dentro de las políticas progresistas de América Latina y el Caribe http://pilku.org/article/al-copyleft-software-libre-dentro-de-las-politicas/ Publicado 24 Noviembre 2014. Consultado 18 Noviembre 2015.
Raymond, Eric S, 2001. The Cathedral & the Bazaar. Musings on Linux and Open Source by an Accidental Revolutionary. O’Reylly. Traducción española: http://biblioweb.sindominio.net/telematica/catedral.html
Stephenson, 2005. The Diamond Age:, A Young Lady’s Illustrated Primer, USA.
Comité Invisible, 2014, A Nuestros Amigos, Pepitas del Sur Plus, España.
Maxigas, 2013. Hacklabs and Hackerspaces, http://peerproduction.net/issues/issue-2/peer-reviewed-papers/hacklabs-and-hackerspaces/. Consultado 19 Noviembre 2015.
imilla.hacker@riseup.net