Del paradigma de la especulación a otros paradigmas en el uso de las tecnologías informáticas

Carlos Molina Medrano

A finales del siglo pasado e inicios del presente, explotó una de las primeras burbujas especulativas que signaría la desgracia financiera global que hoy padece el mundo. Varias empresas basadas en un modelo de negocios dependiente de Internet, hicieron caer aquel mito capitalista de que todo lo que genera plusvalía se convierte en ganancia (Diercksxens, 2009).

Varias empresas entre ellas Yahoo, Ebay, Amazon, GeoSities, eToys, AOL, Pets, entre otras, se vieron envueltas en semejante escándalo especulativo, que utilizando el paradigma de la globalización, lograron propagar la idea de fundar empresas exitosas, globales, con clientes en todo el planeta, que comprarían productos o servicios tan solo con hacer un par de clics, apelando a la aplicación de la fantástica fórmula: poca inversión y fabulosas ganancias (Riquelme, 2009).

Así aparecieron jóvenes en Europa y Estados Unidos que jugaban a presentar “brillantes proyectos informáticos” con el afán de convertirse en los próximos millonarios y aparecer en las portadas de revistas como empresarios exitosos, logrando envolver a inversionistas y empresarios en el juego infernal, generando gigantes perdidas cuando la burbuja fue pinchada por el primer ateo que discrepó con el mito, generando el efecto dominó en el famoso índice Nasdaq de la Bolsa de Valores, muy parecido a lo que acabamos de ver con la crisis de los commodities y de las hipotecas subprimes.

Lo curioso del fenómeno de las puntocom ligado a la informática y a la electrónica es que, en tales momentos gloriosos de dichas empresas, es cuando menos proyectos realmente innovadores se desarrollaron, la informática estaba llena de personas necesitadas de proyectos que generaran ganancias, pero no se le apostaba a la investigación, ni se buscaba cualificarla, al menos para sostener remotamente el mito de los especuladores. Todo fue un fiasco y varias de esas empresas en la actualidad, o ya no existen, o sus acciones están rozando el suelo en la Bolsa de Valores.

Pero mientras el mundo de la informática salía de tan grande pesadilla, Sun Microsystem liberaba el conjunto de programas de la suite Star Office para que luego se convirtiera en lo que hoy conocemos como OpenOffice, fue exactamente el 1 de mayo de 2002 cuando se liberaba la primera versión que luego pasó a formar parte de las licencias libres GPL (por sus siglas en inglés), donde una comunidad de expertos informáticos trabajan para mejorarlo continuamente, con el objeto principal de investigar y mejorar el programa y así compartirlo con la sociedad.

Actualmente OpenOffice ha logrado llenar el 14% del mercado de las suite de ofimática, el programa se puede descargar gratuitamente desde Internet, lo que ha permitido frenar el vertiginoso crecimiento de la suite Microsoft Office, que posee una licencia privativa, tomando en cuenta que la cantidad de personas en el mundo que utilizan computadora, siempre es a la alza.

Así también, el 5 de marzo de 2004 nace la empresa Canonical Ltd. de un magnate sudafricano, que aprovechando el boom de las puntocom vende su empresa llamada thawte.com a VeriSign por 575 millones de dólares. Canonical le apuesta a otra perspectiva de negocio y lanza el Sistema Operativo Ubuntu el 8 de julio de 2004, junto con un grupo de programadores diseminados en todo el mundo que mejoran continuamente el programa y que está disponible con una licencia libre, pudiéndose descargar gratuitamente desde Internet, el modelo de negocio de la empresa es vender el servicio de soporte para los usuarios que utilizan Ubuntu y otras distribuciones del mismos sistema operativo, de esta forma funcionan varios proyectos libres como Red Hat Linux.

Lo novedoso de esta concepción de negocios es, que no se trata de hacer el pastel y comérselo, sino de ceder su elaboración con el beneficio de que todas y todos participamos en la repartición. Así, Canonical no vende el sistema operativo porque no le pertenece debido a que las cuatro libertades de su licencia no le permiten tener exclusividad sobre el sistema y cualquier persona tiene acceso pleno. Por cierto, dicha empresa ya es autosostenible, lo que demuestra que el modelo comienza a tener éxito (Thomson, 2009).

Ubuntu se ha convertido en el Sistema Operativo libre más utilizado en el mundo, según Canonical hasta 2009 habían 12 millones de usuarios en el planeta, con tan sólo 5 años de vida y llevando a los sistemas operativos libres, junto con una diversidad de distribuciones, a crecer paulatinamente en ese siempre complicado mercado que monopoliza Microsoft, valiéndose de otras empresas que se dedican a la fabricación y venta de computadoras, así como de promover y azuzar monopolios y oligopolios.

El capitalismo en su fase neoliberal ha pretendido hacer negocio de la nada, exaltando la trampa de la especulación y tratando de hacer realidad un mito que no tiene ninguna base científica, aquel que el plusvalor en cualquier ámbito puede traducirse en ganancia, el desastre de las puntocom lo demostró con profunda claridad. Pero quizás esta sea la primera cuestión que nos plantea el Software Libre, desnaturalizar el uso de la tecnología y preguntarnos qué, cómo y por qué usamos un programa informático, para que a través de un uso más crítico del mismo podamos aprovechar sus potencialidades.

Preguntarse por qué y para qué usar la tecnología siempre es útil, aunque no es una práctica habitual en las sociedades, especialmente en la nuestra, con una brecha digital muy amplia. Tal cuestionamiento nos permitirá entender la importancia y el papel central que tiene la tecnología, pero en particular de la ciencia informática y por lo tanto el software en la vida de las personas y las instituciones, aunque cuando hablamos de software no nos referimos sólo a las computadoras que permiten las tareas de la oficina o a la automatización de partes de la producción, sino a toda una forma de entender la producción, los servicios, la forma de comunicarnos y organizar la vida en sociedad.

Tal vez sea muy pronto para exaltar el modelo de negocio que está adoptando el Software Libre para permear en la sociedad, sin embargo, es necesario tomar conciencia de que se hace necesario entrar en un proceso de desnaturalización y de deconstrucción de ese paradigma de negocios basado en la especulación, para continuar con la idea de construir un prototipo orientado al uso de tecnologías libres, a eso nos remite la revolución en Egipto y recientemente la rebelión popular en Gran Bretaña en este 2011, donde las redes sociales sirven para botar dictadores y convocar actos de resistencia en contra de regímenes ultraliberales.

Tal como lo plantea Aristóteles y hablando sobre la crematística: “…Hay otra clase de arte adquisitivo que recibe generalmente el nombre de crematística, para lo cual no hay límite alguno entre la riqueza y la propiedad (…) que es de esencia antinatural y que contrarresta con el bien común…” (Boron y Rossi, 2010).

Para Aristóteles la posibilidad de existencia de la comunidad se garantizaba en la medida en que se minimizara el interés privado y el dinero no se convirtiera en un fin antinatural de las actividades que regían dicha comunidad, y justo cuando la sociedad global se encuentra inmersa en una crisis civilizatoria, se plantea de vital importancia trastocar drásticamente el modelo de negocios que ha primado en el mundo de la informática y que ha dejado a Microsoft (como el ícono de un grupo de empresas transnacionales), en la cúspide de la acumulación estrafalaria de capital, convirtiendo el conocimiento en un elemento más del fetichismo a la mercancía.

A lo mejor la radicalidad que se necesita para cambiar la realidad de las relaciones sociales entre los seres humanos, no apunta a que se consiga con el uso o no de un programa informático, pero sucede que en la sociedad actual, la tecnología es la base de un nuevo tipo de relación entre los seres humanos y el Software Libre nos ayuda a pensar bajo una filosofía distinta, no delimitada por el dinero, sino por la socialización del conocimiento.

A la par, el Software Libre contribuye a evitar la acumulación estrafalaria de capital, base fundamental del Capitalismo. Un reenfoque en el uso de la ciencia y la tecnología puede contribuir a superar esta crisis civilizatoria e iniciar la senda de trascender al posneoliberalismo, y nos permita ir construyendo la verdadera alternativa al Capitalismo.

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