Paraguay: donde todo tiene que ver con todo
Mariana Fossatti
Esta crónica fue publicada el 19 septiembre, 2012.
Tal vez no hubo otro lugar en la ruta como Paraguay, en el que pudimos percibir tan claro cómo los temas del LibreBus están profundamente vinculados. Los encuentros y conversaciones con la gente de Paraguay, de la mano de Maricarmen Sequera, nos revelaron hasta qué punto es importante que tanto la tecnología, como las semillas, como el conocimiento, sean libres y democráticamente accesibles por un pueblo, y donde la libertad de expresión está actualmente recortada no sólo por el aparato represivo, sino también por la costumbre de imponerse a sí mismo la autocensura a partir de una tradición de silencios desde los largos años de autoritarismo y siglos de dominación.
Cuando se visita la Escuela San Cayetano de Fe y Alegría de Bañado Sur (una escuela primaria de un barrio periférico de Asunción), o el centro cultural Melodía de Villa Haayes, se hace difícil comenzar a hablar de software y de tecnología. Hasta que rápidamente te das cuenta de que, dejando de lado las engañosas tecnoutopías, hay mucho para aportar entre personas que creemos que el conocimiento tiene que compartirse y utilizarse socialmente de manera solidaria. Precisamente, en el Centro Cultural Melodía de Villa Haayes fue la primera vez en el viaje que tuvimos la oportunidad de mostrar el funcionamiento del scanner DIY diseñado por Juan Pablo Suárez de Derecho a Leer, en el contexto de un centro cultural y biblioteca que busca formar una red con las escuelas de la zona. Los libros de texto son caros y en Paraguay muchas veces inaccesibles y lujosos; lo mismo para un escáner comercial de 10.000 dólares. Pero una tecnología libre, sencilla, replicable y mejorable por parte de los usuarios puede ser muy relevante en un contexto así. El esçaner DIY dejó muy entusiasmados a los amigos de Villa Haayes; especialmente al director del Centro, Félix Farina, que probablemente construya dentro de poco su propio escáner.
También entendimos cuán relevante puede ser un proyecto de enciclopedia gratuita, abierta y colaborativa, como lo es la Wikipedia, en un país como el Paraguay, donde el guaraní es una lengua hablada por una gran porción de la población. Porque si es imposible pedirle a una editorial cualquiera producir conocimiento enciclopédico en guaraní, en la Wikipedia es suficiente con proponerse el proyecto y construirlo colaborativamente. Lo que implica, por supuesto, un fuerte trabajo de capacitación y de militancia. El simple hecho de poner en contacto a wikipedistas paraguayos con el centro cultural de Villa Haayes genera una nueva conexión que hace posible ese tipo de proyectos.
Por otra parte, debatiendo con los expositores y el público en el Centro Cultural España de Asunción “Juan de Zalazar”, se hizo evidente que la forma de actuar de los monopolios sobre la cultura, el conocimiento y los recursos naturales es muy similar en los países del Cono Sur. Y quizás actúan de una forma especialmente perversa e impune en Paraguay, donde el reciente golpe de Estado posibilita acuerdos exprés entre el gobierno y multinacionales como Alcan para imponer sin mayores cuestionamientos el proyecto Río Tinto, o permitir a Monsanto la imposición de sus semillas transgénicas, despojando a las comunidades campesinas de su conocimiento colectivo. La privatización del conocimiento y de los bienes comunes es igual de peligrosa cuando se trata de bienes materiales como de bienes intangibles.
En este contexto tal vez sorprende aunque no debería el desarrollo de proyectos como Paraguay Educa, que desde la sociedad civil promueve la distribución de laptops en las escuelas paraguayas. Tuvimos el gusto de conocer la experiencia de una escuela de Caacupé que ya lleva cuatro años trabajando con las computadoras XO. Sorprende también gratamente enterarse de que casi la mitad de los funcionarios de la represa hidroeléctrica Itaipú Binacional migraron sus equipos informáticos a software libre y se enseñan unos a otros cómo utilizarlo, y no desde un enfoque meramente económico sino también solidario, dado que el monto que se destinaba a las licencias se reinvierte socialmente en entidades que asisten a los niños. Finalmente, otra muy interesante sorpresa es conocer de cerca el trabajo de la Fundación Mozilla Paraguay y el incesante trabajo de Eduardo Urcullú y el resto del equipo Mozilla, en Ciudad del Este. Nos encantó que, otra vez, el LibreBus pudiera colaborar en poner en contacto a gente que hace cosas en el mismo país y que a veces no ha tenido una oportunidad de encontrarse y saber qué hacen los otros.
Contactar con la comunidad creativa y tecnológica de Asunción, tanto en el Círculo de Creativos como en PuntoPY fue otra oportunidad de conocer trabajos muy interesantes y una posibilidad de discutir sobre licenciamiento libre y software libre con grupos de gente con mucha capacidad y creatividad.
Porque en Paraguay, nuevamente, confirmamos que la gente del Cono Sur está haciendo, se está moviendo y se está conectando. Que la región comparte problemas e inquietudes y que en cada lugar hay alguien haciendo algo sorprendente de lo que podemos aprender y que podemos transmitir en la siguiente parada del LibreBus, simplemente conversando y compartiendo.
Nos quedan las vivencias de este Paraguay donde las ricas comidas que probamos vienen de la combinación de tradiciones, conocimientos y biodiversidad que hoy se ven amenazados. Nos queda recomendar a cualquier visitante interesado no sólo recorrer un bello país sino también conocer a su gente, hablar y aprender sobre su situación y su historia. Porque es imposible no salir de allí conmovidos y más solidarios que antes.