La universidad que viene
Pillku.org
El LibreBus Cono Sur dejó muchos diálogos en la ruta que, como prometimos en el número pasado de Pillku, iremos publicando a medida que sea posible. Esperemos que algún día próximo podamos compartirles también los videos y filmaciones del LibreBus de los cuales salen estos diálogos con algunas de las muchas personas que cruzaron sus caminos con ese colectivo de cultura libre (colectivo humano, colectivo automotor). Les compartimos, en este caso, la reflexiones frente a cámara de dos compañeros uruguayos
Alfredo “Chispa” Sánchez
El software libre son programas de computadora que están libres, están disponibles para que todo el mundo los use, los entienda, los modifique, los mejore, los distribuya. Listo, la libertad significa que nadie puede apropiarse de esa creación. ¿Quién decide qué es libre? Aquel o aquellos que lo crean: el programador.
No sólo la universidad tiene que tener software libre; aunque la universidad es imprescindible que tenga software libre. Imaginate que vos estés asistiendo a una universidad en la que enseñan a cocinar torta de chocolate. Entonces la mujer te dice: bueno, vamos a hacer torta de chocolate. Y entonces abre el horno y te presenta la torta de chocolate, y vos ¿qué hacés? Le ponés el dulce de leche. ¿Hiciste torta de chocolate? No. Obtuviste un producto, que es la torta de chocolate… una de las muchachitas que está haciendo la torta dice: ¿cómo logró sacar eso del horno? Ah, no, eso no te lo puedo decir, porque esa parte de la torta es privativa, no te lo puedo explicar. Está bárbaro, ponele, si no te importa, porque a vos te gusta comer torta de chocolate. Ahora, si vos estás yendo a una universidad, como estudiante, tenés no sólo la posibilidad, sino también la obligación de investigar a fondo, porque para eso vas a la universidad. No vas a recibir un cartón que diga que sos tortero de chocolate experto. Y los docentes de la institución, esos sí tienen la obligación de allanarte todas las respuestas a tus preguntas referentes al tema. Un docente no puede decirte que como estudiante universitario vos podés preguntar hasta acá y más allá de eso no te puede contestar porque no lo permite la licencia. Si hacés eso, no sos una universidad, sos otra cosa. Si no es en la universidad donde vas a aprender a investigar y a indagar, y donde se te va a dar esa posibilidad, tenés que ir a otro lugar, que sería una hiperuniversidad, por lo tanto a la universidad esa hay que descartarla. Si sos estudiante de informática vos tenés que poder analizar todo. El límite tiene que ser tu capacidad y tu voluntad, no un límite impuesto artificialmente que pueda ser de privación o de ilegalidad.
Como usuario, vamos a explicarlo con una analogía, cuando usás software privativo, sos toda tu vida inquilino. Porque alguien dice, bueno, yo te alquilo esto, aunque te lo dé de regalo, pero es para usarlo. Ni se te ocurra decir “esa bisagra no me gusta, la quiero cambiar”. No, porque sos inquilino, tenés que pedirle autorización, para cambiar la bisagra, al propietario. Pero si vos sos propietario de tu casa (y no estoy hablando de plata, sino de qué podés hacer), siendo propietario vos podés cambiar las bisagras todas las veces que quieras, y después de que las cambiaste se las mostrás a un amigo o a tu vecino. Esa es la diferencia desde el punto de vista de un usuario del software libre y de software privativo.
El tema es que se apuesta mucho a la ignorancia del usuario, y se apuesta mucho al aspecto práctico del uso. Entonces la gente piensa: está bien, abonado en la comodidad, yo de esto no entiendo, es muy complicado, a mí con que yo apriete doble click me alcanza. Pero la informática, por su naturaleza, es compleja. Es como la medicina, aunque no sepas nada de medicina, si vos tenés un familiar internado, querés saber cuál es el tratamiento que le van a dar a tu familiar. Y entonces eso se lo podés consultar a otro médico y ver si el tratamiento es el adecuado. Con el soft es lo mismo, si yo soy un usuario de software privativo, cuando te conectás a internet, no sabés qué parte de la información personal de tu máquina está viajando con esa conexión. Así como la medicina es compleja, la informática también. Esto es como subirse a un auto y que se te pare, en el momento en que se te pare vas a querer levantar el capó y tratar de ver cómo funciona para hacerlo andar. ¿Y si el auto no te deja levantar la tapa del motor? Entonces, mejor decírselo antes.
Si vos estás en un tema y lo conocés, tenés que tratar, no que la gente se haga especialista, pero decirle: mirá, los peligros son estos, y tenés otra opción. Eso como primera cosa, y después que no tenés limitaciones de nada. Si vos querés tal cosa, bajátela, instalala, probala. No tenés que crackear, no le tenés que pedir a nadie, y no estoy hablando de plata, estoy hablando de libertad. Todo el mundo depende impresionantemente de la informática y no es consciente del grado de dependencia que tiene. Si dependemos tanto del soft, tenemos que tener un software que sea libre, aunque yo no entienda nada de informática, porque hay un montón de gente mirando ese código y viendo que ese código o que ese programa que ejecutamos no hace cosas raras por abajo ni sabíamos ni nos interesaba que hiciera.
Yo no entiendo nada de informática, pero yo sé que hay gente que entiende esto y lo ve. El software es como cualquier disciplina, trabaja cualquiera de esto, es sólo poner la cabeza. Cualquiera puede programar. Si a vos te invita un chico a salir, lo primero que hacés es entablar una charla y te fijás: si te interesa, salís con él, si no te interesa, no salís con él. Eso es programar: algo que pasa y una decisión que tomo. Eso es algo que pasa en la vida cotidiana de cualquiera, lo pasás a un lenguaje de programación y lo metés adentro de una máquina. No tiene más ciencia que esa. En el soft libre lo compartís: este es mi algoritmo para saber si me caso. Y alguien lo podrá mejorar, y decir, sí, tenemos interés, pero necesito que mida un metro noventa y tenga ojos azules.
Daniel Viñar
Uruguay tiene la particularidad de ser el país con mayor incidencia de uso de software libre, gracias al plan Ceibal, el plan One Laptop Per Child (OLPC), dije bien, de uso de software libre. Porque tenemos la contradicción de que la inmensa mayoría no tienen ellos mismos la libertad de modificar y de estudiar del todo, de estudiarlo sí, pero de modificarlo no. Entonces probablemente haya que generar espacios para que los niños aprendan a modificar el software. Quizás hacer clubes de hackers, para que ellos tengan la capacidad de ellos mismos influir y modificar y venir a trabajar sobre el futuro de su propia educación y de la educación de los niños que van a seguir. Esa es una de las ideas intrínsecas al proyecto OLPC que venía de antemano, y que después, a la hora de hacerlo, se pone un poco más industrial. Pero recién está naciendo, tiene 4 años, creo que es algo a largo plazo. Por ejemplo, la gente se queja bastante, la gente en particular de la comunidad, que le hayan introducido soft privativo, cuando inicialmente el proyecto del plan Ceibal era enteramente soft libre. Es verdad que está, probablemente porque hay gente que no entendió del todo, probablemente porque no tener lo mismo que en la computadora de la oficina los descuadra, al papá, a la maestra, al maestro. Probablemente también por lobby, por mucho lobby de las empresas de sotf privativo, que buscaron tener mucha influencia para lograr hacer que Microsoft entre de nuevo en el plan Ceibal. No obstante, creo que no tenemos que pelearnos por eso demasiado, y tenemos que asentar el hecho de que somos el país con mayor incidencia de uso de soft libre. A su vez, tenemos que dar el salto de no sólo usarlo sino también participar en él, para lograr influir en que todo el soft libre también se nos parezca día a día. Y en eso creo que aún hay mucho por hacer.
En la universidad, en pocos años, vamos a recibir las primeras generaciones que son digitales natos. No son inmigrantes digitales como somos la mayoría de la gente de mi edad con unas cuantas canas, y tenemos que prepararnos para eso. En la Universidad de la República (Udelar) estamos planteando un proyecto de software libre, de ver que el consejo directivo central al menos se plantee el tema. Hay gente que piensa que no entiende por qué el consejo directivo central tendría que preguntarse sobre eso que es algo técnico, y hay muy buenas razones para pensar que sí, para pensar que la herramienta de software es algo que es intrínseco tanto a los procesos de enseñanza como a los procesos de investigación. Y que hoy influye mucho, no se va a hacer la misma investigación, no va a ser la misma enseñanza, con soft libre o con soft privativo. Entonces por eso tenemos que saber qué institución y qué universidad queremos construir.