Participaron de la Conferencia más de 150 personas, entre investigadores, profesionales y activistas de todo el mundo – para explorar la relación entre la economía convencional y los bienes comunes, mostrar acciones e iniciativas clave, y diseñar planes para impulsar el paradigma commons hacia adelante.
La Conferencia tuvo sus antecedentes en la Conferencia Internacional de los Comunes (ICC), realizada en Berlím en noviembre de 2010, y fue precedida por tres talleres “de inmersión y profundización”, regionales: El Asia Commons Deep Dive el América Latina Commons Deep Dive, y el Europa Commnos Deep Dive.
El actual modelo de mercado, basado en los principios del interés individual, de los derechos individuales de propiedad expansiva, en el intercambio desigual y el libre comercio globalizado se ha configurado como la principal amenaza a la vida humana y no humana, y ha puesto en jaque la justicia, la solidaridad y la comunidad de seres vivos.
La rica variedad de los bienes comunes presentes en la naturaleza, en las ciudades, en la vida cívica, en Internet, y en muchos otros espacios, demuestra que los comunes pueden proporcionar alternativas estables, equitativas y ecológicamente benignas a los mercados convencionales. Esta fue la constatación que animó la Conferencia, que buscaba abrir nuevas perspectivas en la política, en la economía y en la cultura mediante la exploración de los bienes comunes y como alternativa a la visión del mundo basada en el aprovisionamiento.
La Conferencia, de este modo, consistió en un hito para los diferentes trabajos en torno a los comunes y como un campo novedoso para la investigación y, principalmente, la acción.
Las preguntas claves que orientaron los debates y reflexiones en torno a la economía y los comunes, fueron:
¿Qué principios básicos de comunidad (commoning) pueden ser identificados a través de los diferentes espacios de los recursos?
¿Qué hace que un bien común sea generativo?
¿En qué circunstancias de distribución los modelos basados en el commnos pueden sustituir los mercados convencionales, o interactuar constructivamente con los mercados?
¿Cómo la protección y la re-creación de los bienes comunes puede convertirse en una parte integral de los procesos productivos?
Con estas preguntas, la Conferencia tuvo como propósito el de mostrar la amplitud y la viabilidad de los comunes basados en la distribución, por medio de una narrativa y análisis coherentes, para ensayar los pasos hacia la acción. Los temas clave en los cuáles se dieron las discusiones fueron:
El procomún como una forma de ir más allá de la economía convencional;
Modelos de provisión económica alternativa y;
Las transformaciones necesarias para pasar a un nuevo tipo de economía.
Fomentar el diálogo, la colaboración, el pensamiento creativo y los pasos para la acción La Conferencia se organizó a partir de cinco corrientes de análisis, cada una con conferencias magistrales, plenarias y sesiones de trabajo para investigar los temas con mayor profundidad. Estas corrientes fueron:
1. Territorio y naturaleza: En todo el mundo, las políticas económicas neoliberales han tenido efectos destructivos que se manifiestan tanto en la degradación de los medios naturales, como en la disminución del acceso justo a los recursos compartidos. En esta corriente, se discutió la viabilidad de propuestas de desarrollo de políticas y modelos basados en los comunes para gobernar los recursos naturales compartidos, especialmente el agua y la tierra.
2. Trabajo y cuidado en un mundo de comunes: “El trabajo del futuro ya no puede ser un ‘producto’ que se compra y se vende en el mercado” – fue la idea central de esta corriente, ya que las líneas que separan la producción del consumo están cada vez más diáfanas en las prácticas sociales basadas en el intercambio (indirecto) y en la reciprocidad. Estas prácticas están dando respuestas novedosas e innovadoras a la cuestión fundamental sobre cómo re-producir nuestros medios de vida. Además, es necesario superar las divisiones estructurales y de género, entre el trabajo productivo y el trabajo de cuidado: la educación, la salud, el trabajo doméstico, el cuidado de ancianos y niños.
3. Conocimiento, cultura y ciencia comunes: Recientemente, el software libre se ha transformado en un paradigma del patrimonio común del conocimiento, frente al copyrigth y las patentes, que son el paradigma de la propiedad exclusiva del conocimiento. Así, “el acceso abierto y su uso no necesariamente significan una emancipación, sino que más bien consisten en un cambio en el control y en la propiedad de las plataformas digitales”. Los derechos de autor y las patentes, más que una fuente de conocimiento, son la aplicación de privilegios y desigualdades en el acceso al conocimiento y a la información. En esta corriente, se buscó realizar una re-consideración y re-conceptualización de los movimientos basados en la cultura libre y en el acceso abierto.
4. Dinero, mercados, valor y áreas comunes El modelo económico dominante está basado en los fundamentalismos de mercado impulsados por el dinero. Este modelo está construido sobre principios insostenibles como la extracción y el crecimiento infinito, la competencia, y es alimentado por la creación de créditos y de un sistema bancario orientado por las ganancias. En contra de este modelo, la economía basada en los comunes propone una nueva forma de pensar que no es la del capital, de la propiedad y del dinero. Por ejemplo, mientras que algunos comuneros tienden a imaginar una economía común en un mundo más allá de la escasez que haría irrelevante tanto el dinero como el mercado, otros se centran en la redefinición del papel del dinero o de cómo diseñar el dinero en sí mismo como un bien común.
5. Nuevas estructuras para el diseño de los comunes Esta corriente defendía que “hay lecciones importantes que aprender de las infraestructuras comunes de base, tales como los protocolos de Internet, que han propiciado la aparición de un sinnúmero de bienes comunes de información digital”. Se partía del hecho de que uno de los principales retos en la promoción de los bienes comunes como un paradigma estable consiste en encontrar maneras creativas para desarrollar infraestructuras comunes, pues carecemos totalmente de infraestructuras que “por diseño” protejan y promuevan las nuevas prácticas de comunidad (commoning). Muchas infraestructuras existentes, como el transporte individual, son hostiles a las prácticas de los comunes y generan impactos ambientales negativos, de modo que una necesidad urgente de nuestros tiempos es garantizar que las infraestructuras fomenten, sistemáticamente, la protección y conformación de los bienes comunes.