Construir una economía entre iguales
Wouter Tebbens
Cómo empezó la historia…
Empecé en esto hace más de diez años, primero con mi propia empresita de sistemas libres de gestión de contenidos web en el 2002, luego desde el Internet Society Holanda, para seguir con nuestra fundación del Free Knowledge Institute (FKI). Ahí empezamos a organizar una academia online para realizar cursos especializados sobre las tecnologías libres, la Free Technology Academy (FTA). Aunque participar en los cursos es un servicio pago, todo el software y el material es libre. Resultó bastante impresionante que cuando publicamos el libro más gordo (300 páginas, 20MB) sobre los temas más “pesados” de administración de servidores GNU/Linux de forma libre en Internet, los primeros días casi se cayó el servidor. ¡Tuvimos que pasarlo a Bittorrent! En el primer año se bajaron más de 100.000 copias de los primeros 8 libros.
Pero seguimos con el tema que nos ocupa: la moneda social y p2p. Pues la historia es algo diferente, pero relacionada. Primero tenemos que tener claro que la moneda es un símbolo, un apunte contable si quieres, y depende de nosotros, la comunidad, el cómo queremos que funcione.
Cuenta el antropólogo David Graeber que hace 5 mil años la gente en el pueblo se anotaba lo que compraba del panadero, campesino, etc., y al final del año hacían los cálculos y los que debían más pagaban algún bien a los que habían entregado más. Y terminaban con una gran fiesta. Una forma de trueque, apuntando en la cuenta corriente de cada uno. Era ya una forma de dinero virtual, antes de la propia existencia de la moneda metálica. Y creo que es muy importante revisar tanto la historia como las más nuevas experiencias de la moneda, pues a veces nos olvidamos cómo sus características dominan nuestra forma de vida.
Aunque no me considero de ninguna manera un experto en estos temas, me he ido metiendo poco a poco. En el 2011 compré algunos Bitcoins para probar este novedoso sistema. Luego he aprendido lo bueno y lo no tan bueno, además de otros proyectos alternativos. En el 2013 tuve la suerte de conocer en persona a Jorge Timón, co-fundador de Freicoin. También nos reunimos con varias personas, entre ellos Matthew Slater en la Conferencia de la Economía de los Commons en Berlin. Matthew me hizo ver la importancia de las monedas sociales y bancos del tiempo, que funcionan de manera muy diferentes a las “criptomonedas” anteriormente mencionadas. Y aquí en Cataluña tenemos unos cuantos proyectos de monedas sociales que les he ido siguiendo más o menos de cerca.
Lo nuevo que nos presentan las monedas P2P
Las monedas sociales son emitidas por la propia comunidad, que define sus reglas de funcionamiento. Estas suelen ser experiencias locales o regionales. Las monedas p2p o criptomonedas se mueven al 100% por Internet y por tanto son mundiales por definición. Las monedas estatales como el Euro o el Dólar también son mundiales y también se pueden usar en Internet, ¿verdad?. Entonces, ¿qué es lo realmente nuevo de estas monedas?.
Bitcoin nos trajo varias innovaciones. Primero, es una moneda completamente p2p, sin ninguna autoridad central. Segundo, todas las transacciones son completamente públicas: las transferencias de bitcoins entre los usuarios quedan registrados en el llamado “blockchain” (“cadena de bloques”) y es la manera para asegurar que todos los usuarios pueden tener la certeza de quién dispone de qué cantidad y así evitar la posibilidad de gastar dos veces la misma moneda digital. Esto no quiere decir que se sabe los nombres de las personas, cuánto tienen y cuánto han gastado. Son números de monederos digitales, y aunque es posible hacer transferencias anónimas, esto no es especialmente fácil.
Bitcoin nos trajo varias innovaciones. Primero, es una moneda completamente p2p, sin ninguna autoridad central.
En tercer lugar, el Bitcoin intenta emular el “patrón oro” y para ello tiene unos mecanismos muy particulares de creación de la moneda. Hay los llamados “mineros” que van solucionando ecuaciones matemáticas muy complejas para encontrar el siguiente bloque de Bitcoins. Cada aproximadamente diez minutos se encuentran así un bloque de 25 Bitcoins. La creación de Bitcoins nuevos está limitada y va bajando sobre los años. Así se pretende crear un valor escaso (como el oro).
Algo importante es que no mantiene relación alguna con la cantidad de usuarios – la población – o sea, no existe relación entre oferta y demanda de Bitcoins. Cuando estalló la crisis de Chipre (inicios 2013), aumentó la demanda para Bitcoins y por tanto subió su valor. Mucha gente – y me incluyo a mi – consideramos esto un problema. El Bitcoin presenta poca resistencia contra la especulación, y bajo la premisa que la demanda sube más rápido que la oferta, fomenta almacenarlo y no hacerlo circular.
Freicoin es un “fork” (bifurcación) de Bitcoin y una de sus grandes innovaciones es la implementación de las ideas de Silvio Gesell. Gesell fue un economista y emprendedor del siglo pasado que introdujo la idea de aplicar un coste a guardar el dinero, digamos un interés negativo. Esto daría un impulso a que circulara más en lugar de quedar guardado en bancos, cojines y demás. Creó la teoría del “FreiGeld” (dinero libre).
Y FreiCoin aplica estas ideas en su criptomoneda. Con el tiempo los Freicoins que puedes tener en tu monedero van disminuyendo, un 5% aproximadamente por año.
Entra Ethereum. Ethereum lleva la idea del blockchain introducido por Bitcoin unos pasos más allá. Están desarrollando una plataforma de aplicaciones distribuidas que registran la información esencial en el blockchain distribuido. A primera vista puede costar de entender, pero parece realmente poderoso. Imagínate un mercado distribuido vía Internet. Hasta ahora puedes ir a eBay y otras plataformas centralizados a vender lo que ellos te permiten y bajo sus condiciones. En Ethereum esto puede funcionar entre pares, sin intermediarios, sin plataformas web 2.0. Fíjate en el dominio que las “webs 2.0” están teniendo actualmente y los problemas de datos personales, espionaje, falta de anonimidad. Una plataforma realmente distribuida puede solucionar muchos de estos problemas, pero también introduce nuevos desafíos al estado que conocemos…
Entra openUDC. Es un protocolo abierto de una “moneda dividendo universal”. Incluye un sistema de creación de la moneda que tiene como objetivo asignar una renta básica a cada uno de los usuarios de la comunidad. Las comunidades, en este caso, son definidas coincidiendo con países. Nació en Francia y a los residentes en Francia se les exige que presenten su documento de identidad para verificar su clave de usuario. El openUDC está basado en OpenPGP, creando redes de confianza (Web of Trust). Lo interesante de esta moneda es que, además de incluir un mecanismo de renta básica, mantiene una relación entre el número de usuarios que tiene la comunidad y la masa monetaria. Se espera que su valor se mantenga más estable.
Y mira que los cuatro proyectos que mencioné están publicados bajo licencias de software libre, para facilitar su estudio, uso, mejora y rehúso.
De qué manera las monedas P2P presentan una alternativa a la economía capitalista
Para nuestra economía del bien común y de los bienes comunes, es fundamental contar con una moneda definida y gestionada por nuestras reglas, que no se rija por la especulación, que no esté controlada por conglomerados de bancos, corporaciones y a la merced del mercado financiero.
Estamos viendo que cada vez más la economía dominada por el Estado-corporación entra en crisis. Ya estamos viendo como son incapaces de responder a las necesidades sociales, ahora más que nunca. Intentan mantener los privilegios de la élite: el 1% de la población, pero el 99% se da cada vez más cuenta del poder de auto-organización que tiene.
Para nuestra economía del bien común y de los bienes comunes, es fundamental contar con una moneda definida y gestionada por nuestras reglas, que no se rija por la especulación, que no esté controlada por conglomerados de bancos, corporaciones y a merced del mercado financiero.
Si nos importa la transparencia y estamos de acuerdo con la importancia de proyectos como Wikileaks, ¿cómo puede ser que la financiación de este proyecto (las donaciones) fue bloqueada tantas veces por Visa, Mastercard y compañía, porque al gobierno de EEUU no le interesa?
Preveo que habrá más luchas sociales de este tipo. Como estamos en transición a un nuevo sistema económico-productivo-social, habrá muchos cambios y a las élites que ven su poder disminuyendo no les gusta mucho. En este panorama tenemos que dotarnos de todos los medios para auto-organizarnos, construyendo redes sociales, económicas y productivas auto-organizados. La moneda es sólo una pieza del puzzle, pero una muy importante.
Bancos de tiempo
Los primeros bancos de tiempo ya llevan unas décadas y se pueden organizar vía Internet o sin Internet. Como son dirigidos a una comunidad local, es mucho más fácil hacer encuentros presenciales y, de hecho, los intercambios que se suelen producir se hacen de forma presencial.
Valoramos mucho que la gente ponga sus necesidades y den la posibilidad a otros de dar. Importa tanto el que da y el que recibe. Funciona realmente “¡quien más tiempo da, más tiempo tiene!”
En general los participantes de un banco de tiempo son particulares que tienen algunas necesidades y cosas que ofrecer que se pueden medir en tiempo. Piensa, por ejemplo, en las modalidades de ayuda mutua pero no recíprocas. Por ejemplo: un vecino corta el cabello a otro y este ayuda a pintar la casa de un tercero, quien da clases de inglés a los hijos de otra vecina, que a su vez ayuda crear un blog, arregla ordenadores etc. Cada vez que alguien dona algo a otro miembro, de alguna forma se apunta el tiempo contribuido y se procura que la suma de tiempos donados y recibidos sea más o menos equivalente. Si hubiera grandes diferencias se pueden discutir en asamblea para decidir cómo se corrigen. También se puede implementar límites de crédito y de débito, lo que nosotros al inicio no quisiéramos hacer.
Valoramos mucho que la gente ponga sus necesidades y den la posibilidad a otros de dar. Importa tanto el que da y el que recibe. Funciona realmente “¡quien más tiempo da, más tiempo tiene!”
Hay miles de bancos de tiempo funcionando en el mundo. Y entre las ventajas podemos contar la construcción de vínculos sociales, el refuerzo de la generosidad, la resolución de (pequeñas) necesidades y quizás algo muy importante: la gente se hace consciente del poder de la auto-organización. También considero importante la igualdad de tiempo: el tiempo de cada uno vale lo mismo, independientemente de los estudios que tenga.
Un punto débil que se discute de vez en cuando, puede ser la relación entre la comunidad del banco de tiempo y los comerciantes pequeños o profesionales de muchos tipos. Hay quien se queja de “competencia desleal”. En principio, eso sería diferente por varias razones.
Primero, se trata de servicios no-profesionales, de particular a particular. Segundo, no viene con las mismas garantías ni formas mercantiles típicas. En nuestro caso, es una ayuda como si fuera entre amigos o familiares, por el que simplemente se apunta el tiempo dedicado, mientras que un profesional da ciertas garantías, una factura, y a cambio pide la moneda estatal. Pero si un banco tiene éxito, es verdad que puede funcionar realmente como una manera alternativa de conseguir ciertas ayudas. Entonces es cuando ¡hay que insistir en que estos se apunten también al banco! Es una manera de llegar a personas que de otra forma no hubieran accedido a este tipo de “servicios”.
Otro punto es el intercambio con otras comunidades. Como siempre hay temas que no se satisfacen dentro de la propia comunidad, sería bueno poder intercambiar con otras comunidades también. Sería cuestión de llegar a un acuerdo con estas comunidades e implantar un procedimiento justo, claro y fácil.
Si hubiera intercambios donde no sólo se trata de tiempo, sino también de bienes materiales, se puede decidir cómo compensarlo, en horas y/o en moneda estatal. Por ejemplo, una reparación o pequeña obra en casa.
Nos gustaría un día incluir el intercambio de objetos físicos entre los particulares de forma p2p. Pueden ser objetos de segunda mano, que guardas en el altillo o garaje, pueden ser cosechas de tu huerto, pueden ser objetos que uno puede hacer bajo pedido, de forma artesanal y/o con impresoras 3D etc. Como en este caso el tiempo no es la mejor unidad de medir el valor, podríamos crear nuestra propia moneda social. En Cataluña tenemos monedas sociales como el ECO, el EcoSol y más, que son definidas y gestionadas por sus comunidades.
Nuestra idea cooperativa
Nuestra idea es crear una cooperativa con tres pilares:
1) diferentes grupos de consumo, ecológico y de proximidad;
2) un mercado con moneda social p2p;
3) y una cooperativa de trabajo.
La primera parte ya lo estamos ejerciendo hace años con la cooperativa de consumo que formamos con 30 familias, comprando colectivamente más de 1000 productos diferentes, sobre todo de pequeños productores de la zona. Desde detergentes hasta pan, desde fresas hasta cerveza, etc.
La segunda parte es lo que te he explicado en la pregunta anterior, y de momento lo organizamos desde la asociación Banc del Temps d’Arenys. Ahora estamos en proceso de montar una web basada en el sistema Drupal con los módulos de “mutual credit”, fundado por Matthew Slater.
La tercera parte tiene como objetivo el de dar la posibilidad a “autónomos”, o sea trabajadores que trabajan por cuenta propia, facturar su trabajo a través de la cooperativa y cobrar sus ingresos de la forma que más le convenga, por ejemplo, como nómina. Esto daría mucho más flexibilidad y garantías a estas personas. Depende obviamente del país donde uno vive, pero en España hay muchos autónomos que malviven sin estar protegidos.
Nuestra idea es que los tres pilares juntos puedan fortalecer tanto los vínculos en la comunidad como la resiliencia y poder adquisitivo de cada uno de sus miembros. Esta sería una base para poder articular muchas más cosas, basándonos en principios de solidaridad, autonomía, ayuda mutua, igualdad…