El conocimiento secuestrado, reflexiones desde el exilio científico
Anamhoo
Preámbulo
Parto de que la Ciencia es una construcción humana, como tal ha variado a lo largo del tiempo y responde a las condiciones de la sociedad y con ello responde también a las motivaciones más íntimas de quienes la construyen. Parto también, de que la construcción cotidiana del conocimiento llamado “científico” es un proceso y el resultado de este proceso podría constituirse como un bien común sólo en la medida que fuese consecuencia y que fuese administrado de manera comunitaria.
Por último parto de que el conocimiento humano que la Ciencia puede integrar sólo es una pequeña fracción de todos los saberes que durante un largo proceso evolutivo, nosotrxs, pequeños monxs autodenominadxs como Homo sapiens, hemos podido acumular.
¿Ciencia abierta?
Llevo muchos días pensando en el tema de lo “abierto”: datos abiertos, gobierno abierto, Ciencia abierta, ¿cuál es el modelo que acompaña a este término? Por sí sólo no lo entiendo, entonces recurro a los pares dicotómicos para comparar, contrario de abierto: cerrado, gobierno cerrado, datos cerrados, Ciencia cerrada. Eso no tiene sentido, el gobierno cerrado es una dictadura y no buscaría un gobierno abierto sino la producción de decisión a partir de quienes somos los que habitamos las calles.
La construcción cotidiana del conocimiento llamado “científico” es un proceso y el resultado de este proceso podría constituirse como un bien común.
La Ciencia en si no es una cosa, entonces ¿lo abierto/cerrado se referiría a sus procesos y/o a los resultados de sus procesos? Creo que al hablar de abierto introducimos un término que no forzosamente ayuda a clarificar problemas esenciales.
¿Por qué tenemos que hablar de Ciencia abierta? porque en algún momento nos dimos cuenta que la Ciencia “pública” ha sido en mayor o menor medida privatizada y a fin de cuentas esto corresponde al avance del capital:
La importancia del conocimiento científico y el desarrollo tecnológico fue señalado por Marx de manera muy clara, pues afecta la capacidad productiva e incide de manera directa sobre la producción de la plusvalía y la ganancia, móvil y fundamento del sistema capitalista; el desenvolvimiento de éste ha implicado la permanente evolución del conocimiento y su uso en la esfera productiva.
Al dejar a un lado el debates sobre lo que debería ser la Ciencia pública estamos dejando de lado también el vínculo con la historia y las lucha pasadas, como la que logró la creación de Universidades Públicas o muchas luchas estudiantiles como las del 68.
La propiedad de los datos de las investigaciones financiadas con dinero público, la generación de patentes a partir del uso de Ciencia básica desarrollada con fondos públicos, el sistema mercantilista que existe entorno a la publicación de las investigaciones científicas como una industria, son sólo algunos de los problemas que arrastra la Ciencia, pero de alguna forma no son más que el resultado de un sistema que no sólo permite esto, sino que lo ha fomentado.
Al dejar a un lado el debates sobre lo que debería ser la Ciencia pública estamos dejando de lado también el vínculo con la historia y las lucha pasadas.
Y podríamos dar una vuelta más a una de las tuercas de esta compleja maquinaria y ver la historia reciente la Ciencia. Hace muchos años que Feyerabend denunciaba que el pensamiento científico no era más un problema para el sistema, por el contrario, si en algún momento pudo ser crítico del sistema en el que se desarrollaba, ahora se convertía en uno de sus pilares y Habermas a finales de los 60’s había expresado que la Ciencia como ideología fortalecía a un sistema económico.
¿Conoces el proyecto Mars-One (Marte-uno)? Es la perversión del sueño, un “reality show” en Marte basado en el conocimiento científico y la ambición del capital. Pensando en este proyecto me pregunto: ¿y si después de todo la Ciencia Abierta pudiese servir en esencia como sustento para el liberalismo económico y entonces seguir contribuyendo en la explotación de la naturaleza y los seres humanos?
Einstein escribió:
La preocupación por el hombre mismo y por su destino debe ser siempre el interés prioritario en todos los esfuerzos por lograr avances técnicos…con el fin de que todas las creaciones de nuestra mente sean una bendición, y no una maldición, para la humanidad. Nunca olvidéis esto cuando estéis inmersos en vuestros diagramas y ecuaciones.
¿Podría ser la Ciencia Abierta una forma de generar una mejor sociedad?
¿Por qué el pueblo no defendió la biblioteca de Alejandría?
¿y si después de todo la Ciencia Abierta pudiese servir en esencia como sustento para el liberalismo económico y entonces seguir contribuyendo en la explotación de la naturaleza y los seres humanos?
¿Qué otros problemas existen en la ciencia actual que limitan la generación de una Ciencia Abierta? Desde mi perspectiva uno muy grande es el de la hegemonía que hay tanto en su interior como en la forma en el que se presenta socialmente. El conocimiento científico ante la sociedad se ha convertido en el “mas válido” o el “único válido”. Este conocimiento a su vez valida acciones. Por ejemplo, en el caso de la Geoingeniería se están desarrollando medidas ante el cambio climático como la fertilización del océano o el llenar de partículas la atmósfera. Estas posibles “soluciones” no pasan por atacar el problema fundamental, la producción de gases de efecto invernadero. El cambio climático ha pasado de ser un problema a una oportunidad de negocio, y mucho del conocimiento científico está haciendo el juego.
Al mismo tiempo dentro de la ciencia se han creado mecanismos autoreferenciales que no logran escapar de ejercer discriminación por sexo, raza o condición económica. La ciencia es básicamente vertical y heteropatriarcal.
La ciencia actual está atrapada en su método y sus preguntas. Un ejemplo de esto se puede ver el caso del maíz transgénico y su introducción en México, zona de origen. Una crítica a la Biología moderna que vale la pena leer se encuentra en el trabajo de Richard Lewontonin y Richard Levins, por ejemplo en su libro “No está en los genes” (1984), donde los autores hacen una revisión sobre las formas en la que se abordan los estudios sobre la cura para el cáncer o el reduccionismo de las investigaciones genéticas.
Sin embargo, la necesidad del ser humano por conocer sigue aquí, la capacidad para emanciparse y hacer desde los comunes no nos ha abandonado. El nacimiento de la ciencia ciudadana, los laboratorios independientes, los grupos hackers, son muestras de que se está buscando desde otras formas.
No se si La Ciencia Abierta lograría liberar a la Ciencia (de sus propios vicios y del control del capital), pero lo que sí creo es que hace falta reapropiarnos de mucho del conocimiento generado por al ciencia de una manera crítica y que necesitamos espacios para al construcción de conocimiento desde y para las comunidades, territorios dispuestos a la radicalidad del pensamiento crítico y a subvertir las relaciones de explotación y de poder entre los seres humanos para poder hacer desde otras formas.
Notas