Una hoja de ruta para las redes emergentes del Procomún y el P2P

Michel Bauwens

El reciente éxito de una movilización global en países de habla hispana (más de 500 participantes y colectivos de 23 países en más de 50 ciudades) para el mapeo colectivo de iniciativas orientadas al procomún y modeladas en el P2P, ha mostrado que hay un afán a pie de calle por fomentar la colaboración mutua y acentuar las oportunidades de iniciar un cambio social. Me gustaría añadir la hipótesis de que, no sólo se está construyendo una nueva modalidad dentro de la imaginación colectiva sino, potencialmente, una nueva vertiente política. Creo que, para construir y obtener más infraestructuras cívicas con las que facilitar y empoderar la productividad social autónoma, tenemos que unir fuerzas y crear una nueva serie de instituciones políticas, sociales y económicas con las que inducir resultados “de transición”. Es decir, preparar el terreno para la transición a una civilización y economía política en la que la asociación libre y ecológica entre productores autónomos y ciudadanos se vuelva lo normal.

Creo que ha llegado el momento de comenzar la construcción de las tres coaliciones institucionales siguientes:

La institución cívica/política: La Alianza del Procomún

Una alianza del procomún es una coalición, un lugar de encuentro y una red para asociaciones, sistemas y lugares sin ánimo de lucro y orientados al P2P y el procomún. Estas alianzas pueden ser tópicas, locales, transnacionales, etc…. Un ejemplo sería la iniciativa Paris Communs Urbains, en la que se pretende crear un plataforma común para iniciativas urbanas de procomún en la región parisina; otro ejemplo parisino/francés sería la red de cultura libre Libre Savoirs, actualmente desarrollando una serie de propuestas legislativas entorno a derechos digitales. (Ambos proyectos llegaron a mi atención de mano de Lionel Maurel).

Una alianza del procomún es un lugar de encuentro y una plataforma para formular propuestas institucionales para mejorar las infraestructuras cívicas del procomún.

La institución económica: el « Filé » Global-local del P2P/Procomún

Un filé (una propuesta formulada por lasindias.net) es una coalición de empresas éticas, impulsoras de la comunidad y orientadas al procomún, que operan y comercian en el mercado para facilitar el sustento de “procomuneros” y trabajadores colaborativos involucrados en la producción social. La utilización de una licencia de producción colaborativa mantiene el valor de los intercambios creados en el procomún, a la vez que fortalece la existencia de una contra-economía más autónoma, que rehúye de la lógica destructiva de la maximización de ingresos, y centrada en el incremento de beneficios, no sólo locales, sino también extendidos a procomún global emergente. Las filés crean economías integradas entorno al procomún, dotando a éstas de mayor autonomía y asegurando la reproducción social de sus agrupaciones. Las filés globales con un excedente de producción y capaces de generar un estado de bienestar para sus integrantes, podrán gradualmente erguirse como un contrapoder a la hegemonía corporativa imperante.

La Institución política-económica: La Cámara del Procomún

De manera análoga a las cámaras de comercio que operan en las infraestructuras del tejido empresarial-lucrativo, la Cámara del Procomún actúa exclusivamente a favor de las necesidades de las coaliciones de empresas éticas emergentes y afines al procomún (es decir, las filés), pero siempre bajo un enfoque territorial. Su objetivo es definir las necesidades convergentes de las nuevas empresas del procomún e interconectar con legisladores locales para expresar y obtener sus necesidades infraestructurales, políticas y legales.

En resumen, necesitamos una alianza del procomún para fomentar su poder político y civil e influir sobre todos los niveles de la sociedad; necesitamos filés con las que reforzar nuestra economía al margen del sistema dominante de maximización de ganancias; y necesitamos una Cámara del Procomún para formalizar una política territorial junto a las condiciones legales e infraestructurales necesarias para estimular la creación de una economía política afín a los valores humanos y ecológicos. Por separado no serían suficientes, pero unidas podrían formar una triada sólida para el propiciar el cambio necesario.

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