Javier Goglino: “El sistema monetario no refleja el esfuerzo de las personas”

Florencia Copley

Pensamos que la mejor forma de acercarnos a la iniciativa era a partir del relato de quienes le ponen el cuerpo y por eso entrevistamos a Javier Goglino, uno de los miembros fundadores de Proyecto Mutuo.

Javier es graduado en ingeniería electrónica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y está terminando una maestría en Energías Renovables en la Universidad Nacional de Salta. Nos cuenta que en los últimos años se interesó por “el misterio” y por la naturaleza, forma y alternativas de lo que Margrit Kennedy (una investigadora en el tema) ha llamado “el invento más fabuloso de la humanidad”: el dinero.

Florencia Copley (Pillku): ¿Cómo y cuándo surge la idea de Proyecto Mutuo?

Javier Goglino: La idea surgió entre un grupo de amigos y conocidos pertenecientes a una comunidad de padres de una escuela de pedagogía Waldorf de la zona de Martínez en la provincia de Buenos Aires, con los que compartíamos esta visión.

En esta comunidad, formada por unas 250 familias, había multiplicidad de saberes, profesiones y oficios y lo primero que se me ocurrió fue por qué no registrar lo que cada uno tenía para ofrecer en un listado, de manera que si alguien necesitaba por ejemplo un carpintero, tuviera la posibilidad de contratarlo dentro de la comunidad. De esta manera armamos una guía de productos y servicios que la llamamos Páginas Naranjas.

El paso natural siguiente fue la introducción de una herramienta para que se puedan hacer los intercambios, sin necesidad de utilizar pesos: ese fue el inicio de Proyecto Mutuo. En noviembre del 2008 dimos de alta el primer miembro y las primeras transacciones se comenzaron a realizar a principios del 2009. Con el tiempo el proyecto se desconectó un poco de la comunidad inicial y se amplió a los amigos, conocidos y vecinos.

FC: ¿Habían conocido otras iniciativas similares?

JG: Sí. En el país hubo muy pocas que sobre todo estuvieron activas cerca del 2001. Creo que actualmente Proyecto Mutuo es la única activa. En el mundo hay muchísimas más. En Canadá, por ejemplo, en los ’80 se iniciaron los primeros sistemas de intercambio local LETS (Local Exchange and Trading Systems).

En los ’30 también existieron muchos sistemas de moneda complementaria en Alemania, Estados Unidos, Suiza. Algunos están en funcionamiento actualmente. En España e Inglaterra existen muchos Bancos de Tiempo. Con la crisis financiera de los últimos meses y la escasez de trabajo en España, han resurgido y se multiplican. Por ejemplo hay un sitio que es vivirsinempleo.org

FC: ¿El Mérito es una moneda?

JG: Bueno, de hecho sí lo consideramos como una moneda pero “complementaria”. Claramente no es dinero papel o dinero metálico, pero sí creemos que cumple dos de las funciones más relevantes: medio de intercambio y unidad de cuenta. El dinero actual, que es un dinero comercial, es muy útil para algunos tipos de intercambio, pero no es funcional para muchísimos otros. Por eso creemos que es necesario complementar el sistema monetario actual con otros medios de intercambio, como por ejemplo, los Méritos (M$) que usamos en Proyecto Mutuo.

También creemos que el tipo de medio de intercambio (es decir la moneda) usado en una comunidad determina directamente el tipo de comunidad o sociedad resultante. Hoy tenemos un único tipo de dinero, escaso, que tiende a la acumulación, concentrado en pocas manos, no sustentable, competitivo, etc., que resulta en una sociedad individualista, no cooperativa ni solidaria y con graves problemas de sustentabilidad ambiental.

FC: ¿Por qué son importantes las formas de intercambio alternativas en las comunidades?

JG: Como decía antes, el sistema monetario actual, tiene diversas falencias: es monopólico (no hay diversas opciones), es no democrático (no podemos elegir las reglas de juego libremente), es muy móvil (se escapa muy fácilmente de las comunidades donde se genera hacia oros destinos), se crea a través de una deuda y contra el pago de una tasa de interés (lo que lo hace no sustentable ya que requiere crecimiento permanente de la economía), es inestable y en general no refleja el esfuerzo desplegado por las personas.

En Proyecto Mutuo, cuando un miembro compra algo y se debitan unidades en su cuenta, teniendo eventualmente un saldo negativo, esas unidades representan la medida del valor que ese miembro tomó de la comunidad y que deberá devolver (vendiendo algo). Análogamente, los saldos positivos son la medida del valor que ese miembro entregó a la comunidad y que ésta le devolverá en otro momento, cuando compre algo. De esta manera, las unidades realmente reflejan algo concreto y tangible, a diferencia de la moneda oficial, en la que tener dinero, refleja, a lo sumo, la habilidad de poder hacer dinero de quien la posee y no del esfuerzo desplegado.

Los antropólogos sostienen que las comunidades se basan en el don, el regalo. Este intercambio continuo (dar-recibir-obligación de volver a dar-recibir-etc.) es el hilo con el que se tejen las redes comunitarias y con el que se mantienen unidas y solidarias. Con un sistema monetario con las fallas del actual, que además es único, no es extraño que esos hilos ya no existan y que sea necesario reconstruirlos. Tal vez los sistemas complementarios ayuden.

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