De lo que hemos aprendido de la Red y de cómo puede extrapolarse a todos los espacios de lucha

Simona Levi

[¡Ojo! Nota para mejorar la comprensión: Lo que decimos en Internet es relevante solo si incide fuera.

Nota para mejorar la comprensión todavía más: cuando decimos “incidir fuera” no nos referimos a montar manis, sino a cambiar el mundo… pero esto esperamos que quede claro con la lectura de lo que viene a continuación.]

Algunas cosas a tener en cuenta antes de leer el esquema:

a – Las únicas cosas con las que podemos contar con total seguridad son la muerte y los dedos. @Mic_y_Mouse

b – La Red está en continuo movimiento y evolución, es lo que la caracteriza, al menos de momento. Una fórmula táctica que funciona deja de funcionar si no se mejora y modifica continuamente. Lo que vamos a contaros aquí es algo que ya se está modificando mientras lo contamos. Lo que podemos retener es la esencia, la filosofía, la ética de estas prácticas, más que las prácticas en sí.

c – Las observaciones recogidas en este texto se refieren a la manera de estructurar acciones políticas. Podemos abrir muchas a la vez, pero cada una, se ha de estudiar por separado. Estamos hablando de acciones desde dentro de la lógica ilógica del sistema. Naturalmente, debemos también habitar espacios fuera del sistema. Pero estos responden a otras reglas y maneras de hacer que no están contempladas en estas páginas.

d – Como es obvio, aunque no tan obvio, siempre hemos de ponderar tácticamente qué es lo que el momento histórico nos pide.

Por ejemplo: es claramente diferente la acción que pedía el momentum del principio del 15M a lo que el 15M necesita ahora; o sea, tácticas que han funcionando hace seis meses no serán las que funcionen ahora, y viceversa.

e – Por eso mismo, el primer vicio que hemos de erradicar es el de emularnos a nosotras mismas.

Este vicio va acompañado al de la onomástica: el de celebrar nuestros propios aniversarios, en nuestros propios lugares “históricos”. Nosotras mismas nos hacemos pasar a la historia antes de haber acabado.

Una lástima ya que nuestro principal recurso es la sorpresa, lo que podemos hacer de inesperado, inesperadamente y en lugares inesperados.

Ahora sí, esquema por pasos, ninguno prescindible:

1 – Hay que venir llorados de casa.

Parece obvio, pero no lo es: siempre nos hemos de preguntar qué objetivo tenemos.

El objetivo ha de ser concreto. No una hipótesis. Un plan concreto con soluciones demostrables.

Las legítimas ilusiones, los sueños, los dogmas, la fe (ver más abajo cuando hablamos de “corpus ideológico” y de memeplexes) hay que llevarlos con nosotros pero guardados en el fondo de nuestro corazón/mente.

En el espacio común de la lucha sólo se vuelcan cosas concretas que se puedan/deban conseguir.

¿Cómo distinguir una cosa concreta de otra que no lo es 🙂 ?

Se puede tener una pista aplicando una fórmula militar de forma absolutamente estricta: quién, qué, cómo, cuándo, dónde. Y sobretodo: por qué.

Si no se puede contestar a estas preguntas, no se tiene un objetivo lo suficientemente concreto como para compartirlo. Y pudiéndolas contestar, posiblemente tampoco.

¿A dónde quiero llegar? Quiero simplemente empezar compartiendo este aprendizaje, una invitación a no molestar a nadie si no se está dispuestos a tenerlo claro, a aportar soluciones, no problemas.

A menudo, hablando de objetivos, la parte de la crítica suele redundar; la de la propuesta o de la re-afirmación suele ser demasiado débil y priva de fundamento.

Saber lo que no se quiere es fácil, porque se experimenta; saber lo que se quiere es difícil porque, para que tenga consistencia, debe contener invención y experiencia a la vez.

¿Sé las preguntas y no las respuestas? Vengamos llorados de casa o es que no sabemos ser libres.

Lo que hemos aprendido en Internet, de la ética de la Red y de la ética hacker [2], es que no se reclama que las cosas «se hagan», sino que se hacen. Si reclamamos algo es que sea retirada cualquier tipo de traba al “hacer”.

El «ethos» del hacker se ha resumido así [2]: – El mundo está lleno de problemas fascinantes que esperan ser resueltos – Ningún problema tendría que resolverse dos veces – El aburrimiento y el trabajo rutinario son perniciosos – La libertad es buena – La actitud no es sustituto de la competencia

Dicho esto, e identificado el objetivo concreto, nos agregamos para definir:

2 – Quiénes queremos ser y quiénes somos: – un individuo – un grupo cerrado – un grupo abierto – un grupo difuso – una plataforma de grupos y/o personas – etc.

Podemos ser varias de estas identidades a la vez, pero debemos ser conscientes de los diversos comportamientos que implican. Mezclarlas de forma inconsciente puede resultar fatal táctica e incluso “legalmente”.

La opción de cada una de estas identidades no significa sustraerse a los espacios de interacción globales voluntarios o inevitables (la asamblea o el barrio, la ciudad…).

Ocupamos y operamos en todos los espacios posibles, pero respetamos el formado de la identidad que cada dinámica requiere.

Si esto se tuerce, 🙂 ver más abajo la importancia del fork.

Nota al paso 2: Observaciones sobre la oportunidad de ser de una forma u otra (inspiradas por conversaciones con Xavier Barandiarán).

[Nota a la nota: esta nota se ha de leer porque, a pesar de ser una nota, es más importante que el propio punto 2 🙂 ]

Manada (definición de la Wikipedia tuneada por mí): está constituida por un gran número de agentes simples que interactúan entre ellos y con su ambiente. Su comportamiento colectivo es decentralizado y auto-organizado. La manada actúa como una unidad en movimiento conjunto, pero su función emerge del comportamiento no coordinado de individuos que buscan su propio bienestar.

En la manada cada individuo se encuentra espontáneamente y según sus aptitudes desempeñando funciones diferentes durante breves períodos. Cada individuo puede ser líder durante unos instantes o centro o puede ser el borde más expuesto durante unos momentos hasta que otro individuo naturalmente toma el relevo…

La manada no puede actuar con agilidad y precisión, pero tiene grandes poderes de expansión y de agregación.

Nuestro cerebro sincroniza estímulos espontáneamente: cuando algo “tiene sentido” se produce una conexión; cuando no lo tiene, no se produce. La conexión implica “atención” en conjunto aunque no tiene porque llevar a una decisión conjunta.

Catalizador (definición de la Wikipedia tuneada por mí): El término catalizador se utiliza para designar a aquel agente o aparato que sirva para acelerar un proceso específico. En química los catalizadores son pequeños conjuntos de moléculas que alteran la velocidad de una reacción, acelerándola (o retrasándola). A través de los catalizadores se necesita menos energía para un cierto proceso. Los catalizadores amplifican la potencia, la dirigen. Son grupos pequeños y ágiles que encauzan la “atención conjunta”. No están compuesto por más de 20-50 moléculas.

Hay épocas en las que la historia nos pide ser manada y época en la que hemos de ser catalizadores.

No debemos temer ser pocos cuando solo podemos o debemos ser pocos. Ni hay que atribuir a una manada las cualidades de un catalizador.

En esta etapa del 15M es evidente que ha llegado el momento de acelerar procesos trabajando como muchos nodos pequeños, independientes y soberanos en sus decisiones, que saben lo que tienen que hacer y que, cuando es necesario, y solo cuando es necesario, se apoyan los unos a los otros conociéndose por los resultados del trabajo de cada uno y basando en esto la confianza recíproca.

3 – Ya sabemos que saber lo que una es no es suficiente.

Hemos de decidir cómo nos manifestamos en el mundo exterior.

Podemos manifestarnos como:

– una “marca” – una identidad efímera – una identidad anónima – un lobby – un medio de difusión – etc.

Podemos tener varias de estas identidades a la vez pero debemos ser conscientes de los diversos comportamientos que implican. Mezclarlas de forma inconsciente puede resultar fatal táctica e incluso “legalmente”.

Tanto o más que en el caso anterior, el número no es importante: muchas o pocas, nosotras somos el futuro y así nos manifestamos.

4 – Nuestras relaciones no han de ser horizontales, sino meritocráticas, en el buen sentido del término: méritos siempre en construcción a partir de las experiencias y del trabajo. Somos todas diferentes. Por esto las fuerzas se concentran alrededor del “trabajo hecho”, teorías-puestas-en-práctica, modos de vida y no de fantasías y opiniones.

No nos define nuestra identidad, nos definen nuestros resultados.

Nota:
la horizontalidad es una falacia: como Michel Bauwens, entre otros muchos, ha más que demostrado, en un grupo un 1% ejecuta, un 9% ayuda y un 90% parásita, se queja y tira hacia abajo (p.d.: éstos son los que no han venido llorados de casa para los que parafraseamos un consejo de Paul Arden, mago del marketing: la energía es el 75% del trabajo; si no tienes (o no puedes), sé amable).

5 – Por esta misma razón defendemos la atribución (también en lo anónimo; o sea, en la imposibilidad de atribuir cuando quién “hace” así lo quiere): el empoderamiento y autonomía individual crean grupos sanos, donde cada miembro puede aportar según sus habilidades, sus posibilidades y conocimientos en cada momento de su historia personal, siendo reconocido y respetado por ello. El reconocimiento de la comunidad y del mundo exterior es cuidado e identidad y te permite liberarte de la frustración y del ansia de afirmación para serenamente dejar libre el fruto de tu trabajo.

Enfocar en las necesidades es caritativo.

Enfocar en las habilidades es considerar que si no se valorizan se están tirando a la basura.

No pedimos nada y menos caridad. Somos.

6 – Elogio del fork

Defendemos desde tiempos muy antiguos el “divorcio” 😉 (fork): cooperamos como individuos autónomos alrededor de cosas concretas; no pedimos al grupo lo que no nos puede dar, porque habremos venido llorados de casa. Podemos separarnos en cualquier momento. Estar juntos detestándose no es fuerza, es debilidad y cobardía. Las Redes descentralizadas no necesitan de ningún núcleo para operar. Somos individuos autónomos, nodos independientes que se juntan feliz y voluntariamente para perseguir un fin común en un momento concreto. El mismo fin se puede perseguir por separado si tenemos métodos y humores diferentes; casi siempre todo suma. No hay una relación de dependencia, hay una relación de cooperación.

Contra la concentración de poderes, Internet los “desconcentra” 😉 .

La Red de Redes es una Red descentralizada y esta es la base de su funcionamiento y filosofía: redes competentes de confianza descentralizadas y/o distribuidas, autónomas alrededor de sus actividades específicas en las que no necesitamos saber que hacen los otros nodos para avanzar y apoyarnos. Estos nodos, distintos pero con vínculos de confianza, pueden apoyarse en momentos de necesidad aunque, normalmente, operan de forma autónoma y soberana.

La centralización no es posible, ni deseable, quizás la federación.

Una asociación global de egoístas reformistas radicales. [1]

El altruismo es egoísmo que no ha salido del armario 😉 .

Una organización “democrática”, desde su formato más pequeño (dos personas), no consiste en el imposible de estar de acuerdo (dogma y control centralista) sino en crear espacio de confianza ética, que nos permita a unos hacernos cargo de algunas cosas y desarrollar nuestras habilidades en ellas, mientras podemos perder el control en otras, porque sabemos que otros se harán cargo. Esto nos obliga a liberarnos de los prejuicios a los que nos lleva querer controlar el que-hacer ajeno.

La gente obsesionada con la centralidad (de la asamblea, del barrio, del parlamento…) no se da cuenta que todo lo que está fuera del centro siempre será más: más representativo, más numeroso, más grande, más libre, más ágil, más cambiante, más nuevo y, sobretodo, más real.

Que mejor ejemplo que la “democracia representativa”: la dictadura de la mayor de las minoría sobre la gran mayoría de las minorías.

Es mentira que para conseguir el objetivo “debemos permanecer todos juntos”, “que juntos es mejor”, que la manada siempre es mejor.

Separarse es bueno siempre. Es la única manera de reencontrarse.

Podemos convivir hasta que plazca, pero no seremos nunca la misma carne.

Por suerte.

7 – Somos incontables e ilocalizables. Y entonces, ¿por qué nos empeñamos en querer ser contados y localizados? ¿Por qué, cuándo y para qué?

¿Por qué convocamos manis?

¿Por qué recogemos firmas?

¿Por qué teniendo una ocasión histórica inédita, jugamos en nuestra contra?

Raras veces es útil contarnos y, sobretodo, ser contados. Solo es útil cuando somos más del mínimo necesario.

Y esto hay que saberlo antes. Y he dicho “saberlo”, no “desearlo”.

¿Cómo saberlo?

Con una fórmula matemática de mi cosecha y que garantizo al 100%: se puede convocar el 10% de las personas con la que tengo contacto directo. En este cálculo quedan excluidos twitter, fb y similares.

O sea, si tengo 100 direcciones de mail, vendrán 10 personas. Si he dado 1000 flyers en mano, firmarán 100 personas…

Esto es así: si deseamos una mani de 10000, necesitamos llegar directamente a 100 000 personas.

Hay contadas excepciones en la historia y todas ellas muy bien curradas, como el 15M (3 meses de preparación).

Así que no molestemos a nadie con convocatorias masivas si ya sabemos matemáticamente que no llegaremos a convocar masivamente a nadie.

Sepamos trabajar con lo que tenemos. Podemos crecer sin frustración, sin envidia y con placer.

Pocos pueden ser igual de eficaces que muchos, según las circunstancias.

Esto permite liberar fuerzas para cubrir más frentes a la vez. Cuanto menos necesitemos para catalizar, más catalizadores podremos tener.

Que no estemos todos los que somos, no quiere decir que no seamos muchos más.

8 – No hay 1 sin el 8: cuál es nuestro target.

– los iguales – los afines – los simpatizantes – los que escuchan pero son diversos a nosotros – los que no escuchan (similares) – los que no escuchan (diversos) – los amigos del enemigo – el enemigo – instituciones, media … – etc.

Cada una de estas opciones requiere un uso diferente de las herramientas y, más importante, una estética diferente para llegar de la pantalla/calle -> a la retina -> al cerebro -> a las tripas.

Podemos tener varios targets a la vez, pero debemos ser conscientes de los diversos comportamientos que implican. Mezclarlos de forma inconsciente puede resultar fatal táctica e incluso “legalmente”.

Para hacer un trabajo más exhaustivo, hay muchas manera de operar. Aquí, a modo de ejemplo, reportaré solo algunos elementos del método Mactor utilizado por el ejército y…por su contrario, entre otros:

“Las informaciones recogidas sobre los actores se sitúan del siguiente modo:

• sus finalidades, objetivos, proyectos en desarrollo y en maduración.
• sus motivaciones, obligaciones y medios de acción internos además de puntos débiles.
• su comportamiento estratégico pasado (actitud).
• los medios de acción de los que disponen.
• …”

9 – No podemos olvidar que si hablamos de acción política hablamos de comunicar para modificar.

La comunicación es una relación dialéctica entre el comunicador (nosotras) y su interlocutor (nuestro target).

Por esto no podemos expresar solo lo que queremos que se escuche sino también qué y cómo el interlocutor puede entenderlo.

Como afirman los sicólogos sistémicos, no se puede no comunicar, o sea que:

– Si el lenguaje que usamos es incomprensible para nuestro interlocutor es probable que sea porque queremos hacernos los incomprendidos (por nuestros interlocutores), hacernos las víctimas; [1] – El silencio es comunicación también; – El exceso de comunicación no es “mensaje” es “ruido” (o SPAM) y solo produce rechazo.

10 – Los contenidos: nuestras (brillantes) ideas

Meme: (definición de la Wikipedia tuneada por mí): unidad de evolución cultural humana análoga a los genes en su forma de replicarse mutante, siendo cualquier cosa que se copia de una persona a otra, ya sean hábitos, habilidades, canciones, historias o cualquier otro tipo de información. Son replicadores y se copian con variaciones y selecciones. Puesto que sólo algunas de la variaciones sobreviven en una lucha a muerte, los memes compiten por espacio en nuestros recuerdos y por la oportunidad de ser copiados de nuevo.

Dado que el proceso de aprendizaje social cambia de una persona a otra, no puede decirse que el proceso de imitación sea completamente imitado. Esto quiere decir que la tasa de mutación en la evolución memética es extremadamente alta, y que las mutaciones son incluso posibles dentro de todas y cada una de las interacciones del proceso de imitación.

Los memes se constituyen en memeplexes y deme, donde el meme es una unidad cultural en un sistema complejo cultural, por ejemplo un corpus ideológico, el corpus ideológico que cada uno crea y tiene como referencia.

Los memes, digamos las etapas intermedias para llegar al memeplexes, son tremendamente concretos y para que la coalición de varios de ellos llegue a crear el memeplexes que coincida exactamente con lo que es nuestro corpus ideológico … 🙂 … hay mucho trabajo.

Esto no tiene que desalentarnos. Es bueno.

Nos lleva a concreción y a victorias presentes, certeras y frecuentes… Así como a derrotas…que no son definitivas.

Para el conjunto de los memes se dan las características propias de todo proceso evolutivo: fecundidad (algunas ideas son especialmente efectivas), longevidad (persisten durante mucho tiempo) y fidelidad en la replicación (conservadurismo tradicional, especialmente el enseñado como parte de la educación infantil, o sea, la coacción a repetir de la que ya hablaba Freud).

De la misma manera que los genes se autorreplican porque sí (o sea inconscientemente), los memes tienden a replicarse igualmente; las buenas ideas no lo son propiamente si son incapaces, a la vez, de replicarse bien. Así, los memes son indiferentes a la verdad.

Ergo, una idea no basta con que sea justa para que cale.

Que nos guste o no, él que no tiene la fuerza no tiene derechos.

Digamos que no es una tensión entre bien y mal; es algo mucho más trivial, tipo “el cliente siempre tiene la razón”: frente al clima que se respira (el meme imperante) no sirve decir “no es verdad”. Hemos de crear un meme más fuerte que devore al anterior.

11 – Lo nuevo: Transformar el imaginario para subvertir la realidad

Lo nuevo es nuestra responsabilidad. Dificilísimo. Por nuestras propias características ontológicas, tendemos a la dependencia, a ser posesivos e inseguros. Pero sobretodo tendemos a ser conservadores: solo nos fiamos de patrones conocidos, estamos coaccionados a repetir, toda nuestra estructura psíquica es absolutamente recalcitrante al cambio. Hacer algo desconocido y realmente nuevo para nosotros es un esfuerzo extremo de conciencia y voluntad, mientras todo nuestro organismo tira para el otro lado. Sobre todo en los momentos difíciles volvemos a los lugares conocidos y a las prácticas derrotadas.

Pero, ¿no éramos “transformadores sociales”? Entonces, este esfuerzo habrá que hacerlo.

El 15M es un movimiento nativo digital y esta “novedad” ha marcado su gran salto cualitativo respeto a movimientos anteriores. Pero en los momentos de dificultad se le ha notado una regresión a modelos conocidos que lo habían precedido y que ya son caducos. Defendamos tener el coraje de experimentar con los nuevos modos, hasta el final. Aprendamos a leer los síntomas para sabernos anticipar.

“La mejor manera de predecir el futuro es crearlo” (P. Drucker).

Y “Usted puede y debe dar forma a su propio futuro. Porque si no lo hace, seguramente alguien lo hará por usted.” (J. A. Barker).

El futuro está compuesto de tendencias que son continuación del presente y del pasado junto con hechos totalmente nuevos. Por lo tanto, tenemos que entender qué pasa hoy y qué pasaba antes, pero, sobretodo, inventar, ya que el repetir ya es intrínseco en las cosas y en nosotros.

“El pasado pertenece a la memoria, el futuro a la imaginación y a la voluntad.” (P. Massé)

Sí, es un esfuerzo de voluntad. Una actitud estratégica hacia nuestros deseos y nuestras pesadillas. La propia circunstancia de sobrevivir es aprender a anticipar.

“Quien se atreva a olvidar el futuro está condenado a estrellarse con él” (G. Santayana)

No se puede subordinar la eficacia de la acción a prejuicios ideológicos. Esto no quiere decir que todo vale, también los actos inmorales. Si nos hemos prefijados objetivos (lo de “éticos” debe estar implícito), tenemos que barrer de nuestro planteamiento los prejuicios que por nuestra naturaleza surgirán en nuestra mente. Es puro miedo a lo nuevo. Barrerlos simplemente. Con voluntad. Venir llorados de casa.

Esto paga.

Sabemos que no hay vértigo más sabroso que conseguir algo nuevo. Es como un acelerón hacia adelante en la historia, a toda velocidad, con el viento que te despeina.

12 – El “hacer” y el no “hacer”

El no “hacer” lo que nos es útil se manifiesta de varias formas.

Por ejemplo, a través del odio.

El que se rinde se enquista en el odio. Es la victima perpetua. Del mismo modo, él que está enquistado en el odio es porque se ha rendido.

El odio es legítimo e inevitable.

Pero en este momento creo que podemos canalizarlo de otro modo que les hará mucho más daño.

Lo cantaría así:

Sin placer y rabia no hay empoderamiento.
Sin empoderamiento no hay rebelión.
Sin rebelión no hay r-evolucion.

El no “hacer” se manifiesta también de otras formas.

Por ejemplo, a través del perfeccionismo.

Para responder a este problema lo mejor es leer el manifiesto hacker del “Culto del hacer” [3].

Os lo pego aquí, aunque no sin antes recordar que el “hacer” ha de ser solo las contadas veces necesarias, con objetivos concretos, planes concentrados y con victorias rápidas y certeras. Como dicho anteriormente el exceso de “hacer” no es “hacer”, trátase de batiburrillo (véase referencia más arriba en la sección SPAM).

El “Culto del hacer”[3] dice así:

1. Hay tres estados del ser: no saber, la acción y el terminar.
2. Acepta que todo es un borrador. Esto ayuda a lograr que se haga.
3. No existe el estado de edición.
4. Pretender saber lo que estás haciendo es casi lo mismo que saber lo que estás haciendo, por lo que simplemente acepta que sabes lo que está haciendo, aunque no sea así, y hazlo.
5. Desterrar la procrastinación. Si esperas más de una semana para tener una idea hecha, abandónala.
6. El objetivo de hacer no es el de terminar, sino el de poder hacer otras cosas.
7. Una vez que hayas terminado siempre puedes tirarlo.
8. Ríete de la perfección. Es aburrida y te impide estar haciendo hasta el final.
9. Las personas sin las manos sucias están equivocadas. Hacer algo te hace tener razón.
10. Equivocarse cuenta como hecho. Así que haz errores.
11. La destrucción es una variante del hacer.
12. Si tienes una idea y la publicas en Internet, esto cuenta como un fantasma de un hecho.
13. Hacer es el motor del más.

13 – Nuestra manera de diseminar:

Marketing viral (definición inspirada por Wikipedia):
“producir incrementos exponenciales en el “reconocimiento de marca”, mediante procesos de autorreplicación viral análogos a la expansión de un virus.”

En resumen, estamos hablando de las siguientes fases de acción:
a – observar la situación real sin prejuicios (ergo sin deformarla para que encaje en tus teorías y deseos)
b – escoger las etapas concretas, los “memes” para llegar al memeplexes
c – encontrar un mínimo común denominador entre tú y tu target por cada meme
d – crearlos en el orden correcto
e – antes de lanzarlo (y solo si lo tengo completamente acabado porque no quiero molestar a gente muy ocupada) lo contrasto entre afines para recoger mejoras, contaminación, ganas, difusión…
f – suelto en dirección del target sabiendo que tendré una repercusión del 10% en comparación al alcance que conozco
g – si consigo que el meme ocupe el espacio de otro será cooptado [1] y habré conseguido el objetivo
h – desaparezco

La cosas se ganan sin que se note.

Ningún cambio real se ha dado de la noche a la mañana. Ni siquiera darse cuenta que la tierra gira alrededor del sol.

Ideas y memes por los que catalizadores han luchado para darles forma e importancia, han sido luego cooptados y utilizados, bien o mal, por cualquier persona o cualquier forma de organización humana que los haya hecho suyos. Incluso Antena 3.

Pues sí, ganar es también doloroso, es dejar de ser útil (en esta batalla; ¡ánimos qué quedan muchas más!) significa pérdida de identidad, pérdida de autoridad, de control, de unicidad y de pureza, significa nostalgia y vacío. Pero, dicen, los hijos al final siempre dan satisfacciones ;–).

Sin pudor, invadimos el mainstream dejando que nos coopte porque nunca podrán acotarnos.

¿Por qué queremos diseminar?

– Posiblemente porque queramos llegar a “contaminar” más gente de la ya contaminada, y que una idea se expanda infinitamente, y se instale desalojando a otras (ampliar la base, la estabilidad de una idea).

– Para que nuestras ideas ocupen el espacio memético que tenían las ideas antagonistas a las nuestras (desalojar al enemigo).

– También para fortalecernos entre nosotros (¡Ojo! Raras veces esta campaña es compatible con las otras dos, aunque ganar con las otras dos tendrá el efecto de empoderarnos – así que esta es menos interesante)

Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, aunque las que realmente se desean son la a) y la b), casi siempre sale únicamente la c) debido a infinitos tics auto referenciales que solo hacen gracia al que lanza la campaña y a sus semejantes. Repetir lo que somos puede estar bien hasta llegar a un umbral en el que es contraproducente porque no es incluyente, crea fronteras, impide la expansión, crea un borde que nos delimita y nos hace reconocibles y excluyentes.

Además se produce lo que en términos psicológicos se llamo double bond: un imperativo contradictorio que contiene internamente la imposibilidad de realizarlo al ser pronunciado, como “sé libre”, “sé espontáneo”, “sé anticapitalista”…

Hemos de ser conscientes de que nuestro target es probablemente gente diversa a nosotros. Por esto, hemos de liberarnos de inseguridades, dejar de repetir nuestra fe (que a estas altura debería ya estar bien amarrada en nuestra alma) y concentrarnos en ver qué necesita el interlocutor, el target (aunque este target sea nuestro enemigo).

Como en toda relación dialéctica, no tenemos que pedirle al interlocutor que venga a nuestro terreno. Tenemos que buscar un terreno común o ir al suyo a buscarlo.

Nota contextual:
En el contesto actual del 15M, interesa particularmente, como target, la “clase media”. Tanto la que es, como la que quiere serlo, como la que no quiere serlo y acabará siéndolo. Es la franja de personas más amplia y que masivamente participa de o simpatiza con el 15M, identificándose con la “indignación”. También es el carácter diferencial del 15M sin contar que esto permite un amplio grado de “incriminalizabilidad” del movimiento. Es también la franja de personas que los partidos políticos necesitan engatusar para legitimar su poder. Es, por lo tanto, una importante palanca en esta batalla. Esta franja es la que repentinamente ha masivamente coqueteado con la politización. Tiene dos caminos por delante: seguir en el carro del cambio, arremangarse y contribuir a dar el empujón final al sistema actual, o sucumbir al miedo que le quieren inculcar y llevar en su deriva a la fascistización de la sociedad, como ha pasado muchas veces antes. Una vez más es la tensión entre repetir modelos conocidos o tener la valentía de crear algo nuevo.

Sin renunciar a la radicalidad de nuestras utopías, hemos de saber ejercer la mediación entre todas las que somos; es importante insuflar optimismo y empoderamiento en las adversidades. No es uniforme la rabia ni los límites o las experiencias de cada uno. Para ser arrolladores hemos de ser inclusivos.

14 – No hacemos lo que nos gustaría hacer, hacemos lo que podemos ganar: nos gustará

Lo que viene de frente, el enfrentamiento clásico no es eficaz porque es esperado. Es eficaz solo si se tienen los recursos suficientes para ganar. Tampoco intentes rodear al enemigo si no tienes el número para hacerlo.

Aquí apliquemos la regla del 10% comentada anteriormente. A rajatabla :–).

Sabemos perfectamente cuantos somos.

Muchas cosas se pueden ganar con inferioridad de fuerzas y/o de medios y superioridad de inteligencia, ya que ganar es básicamente llevar el enemigo al error para que el mismo desaparezca.

¿Qué cosas podemos hacer?:

– encontrar los puntos de vulnerabilidad, – si el centro de gravedad no es directamente atacable, se necesitan puntos intermedios; – romper las filas enemigas y/o infiltrarlas; – hacerle dudar de sus fuerzas y de las tuyas si nos mantenemos inidentificables e incontables; – podemos disgregar su liderazgo; – etc.

Si el enemigo es poderoso no interesa que se sienta enfrentado porque se crece. Interesa que se sienta traicionado, desenmascarado, abandonado.

¿Por qué seguimos enfrentándonos frontalmente aún sin tener los recursos? ¿Por qué necesitamos que papá-sistema sea la medida de nuestra radicalidad? ¿Por qué hacemos lo mismo en nuestra vida personal? Lo hacemos cuando nos sentimos pequeños o derrotados y despechados. La agresividad hacia el interlocutor jerárquicamente predesignado es el resultado de la depresión. Ningunear esta interlocución no quiere decir no ser firmes. Responder a provocaciones es signo de flaqueza; la indiferencia y avanzar como un rodillo es signo de firmeza. La medida de nuestra radicalidad es y será siempre la historia, la que sepamos construir.

Nota para la policía (si ha leído hasta aquí): somos pacíficos, absolutamente pacíficos, pero firmes, absolutamente firmes en barrer las injusticias, sean ellas legales o no.

No es una cuestión de principios.

Es porque nos despojan del placer de la vida, nos quieren condenar a ser engullidos por las pasiones tristes.

Es vida o muerte de nuestro ser humanos.

El sistema nos quiere tristes y siervos. La alegría es nuestra mejor venganza. Tenemos toda la vida para desobedecer.

15 – Hay que venir llorados de casa 2

En los espacios de organización, el trabajo que proponemos ha de estar acabado. No hacemos una campaña por falta de afecto (¡juntémonos todos!). Ni nos agregamos alrededor de una fantasía para sentirnos menos solos. Sin hablar de la manía contraproducente de contarnos para saber si tenemos razón.

No hacemos una campaña porque queremos que alguien trabaje gratis para nuestras grandes ideas. Ni pensamos sinceramente que todos han de dejar lo que están haciendo porque lo que hacemos nosotros es mejor. Ni la hacemos para educarles.

Ni planteamos campañas para regocijarnos infinitamente en los matices por miedo a acabar y salir al ruedo.

Aquí la diferencia entre moralismo y ética. El moralismo es un estado racista y cobarde a la vez. Es el sentimiento de superioridad del que no hace.

Otra cosa es la ética que está implícita en los actos. Es la dirección del “hacer” (el corpus teórico que llevamos en el corazón).

No hay tiempo para la pureza.

No hay tiempo, el enemigo, el real, se reorganiza rápidamente.

Nos guía la ética y no el moralismo: pretendemos compartir no educar/indoctrinar [1].

Ética del hacer, ética del compartir: nos libra del moralismo y del inmovilismo de los dogmas.

Todos estos pasos son contra natura.

Tendemos a ser auto referenciales. Nuestra propia estructura psíquica nos empuja hacia lo conocido, nuestra coacción a repetir nos impide ser espontáneamente fieles a los objetivos que nos prefijamos y nos llama a traicionar lo que sabemos nos conviene. Nuestro deber histórico, nuestro esfuerzo racional tienen que concentrarse en ser fieles a nuestro deseo de cambio. Esto implica vencer el miedo a lo nuevo en nuestras formas de pensar y de actuar.

Como dice el compañero Toret: cuando no tienes imaginación tiras de memoria.

Y como dice Marx, Groucho Marx: mejor nuevo que nunca.

Todos estos pasos son contra natura. Todo ellos nos llevan a lo que realmente deseamos.

Lo hemos sabido hacer y lo seguiremos haciendo; por esto hemos podido llevar una r-evolución ahí donde era totalmente árido el pensamiento.

Sin duda mi escribir no refleja todos los matices. En línea general la historia se me da mejor hacerla que comentarla. Como todo lo que hacemos, la hago por egoísmo. El futuro futuro no me interesa. No tengo hijos a quién delegarlo ni creo que la especie humana merezca sobrevivir. Pero el futuro está aquí en mi presente cada día, y como se dice “Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”.

Ahí nos vemos junto a mis mitos que no están en ningún libro.

Mis mitos son mis compañeras y compañeros de lucha.

Justicia y calidad

Simona Levi
Barcelona, marzo-junio de 2012

P.d.: se me ha acusado de no tener en cuenta la textura más “femenina” de la lucha. ¿Quizás por mi tono castrense ;) ? Puedo asegurar que la tomo muy en cuenta pero no me parecía adecuado demostrarlo aquí: pueden haber niños leyendo ;) .

Lo que sí puedo decir es que hemos de aprovechar el gran desprecio que se tiene a las mujeres. Nunca nos ven venir y cuando se dan cuenta, para ellos ya es demasiado tarde.

Licencia: puedes hacer lo que quieras con este texto basta que reconozcas e indiques la autoría.

Siguientes versiones: este texto está en su versión 1.0. Lo voy a pasar a varias amigas y amigos especializados en algunas de las cosas que he comentado y les pediré escribirme textos críticos que corrijan y complementen este. Por otra parte, en general, estudiaré las observaciones que cualquiera, con cariño, me quiera mandar. Podéis hacerlo a: simona@conservas.tk

O sea que en unos meses este texto habrá evolucionado. Stay tuned :–).

Notas:
[1]: Este texto es la continuación de ese otro que escribí el año pasado. Se llama “Notas para una r-evolución”.
[2] Erick S. Raymond, «La catedral y el bazar», en la versión de la Indianopedia.
[3] Gracias a mi amigo Stef que me ha pasado el “Culto del hacer”.
La fuente original creo que es esta, pero no estoy segura.

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