La decisión de Ecuador de conceder el asilo político al fundador de Wikileaks, Julian Assange, anunciada el jueves 16 de agosto por el canciller Ricardo Patiño, ha generado una situación poco común, que refleja, sin duda, la realidad cambiante que se vive en el mundo, donde la pretensión de los países del Norte de ser el ejemplo en derechos humanos se revela cada vez más fragilizada.