Más allá de diosas o cyborgs

Angélica Schenerock

Saliendo del atanor, aquí tenemos una Pillku sobre ciberfeminismo, corriente que a cada día se fortalece como un conjunto de pensamientos y prácticas que dan cuenta de las interacciones entre los feminismos, las tecnologías y el ciberespacio. Un coro de voces que de manera colectiva, crítica e irreverente aboga a la tarea de desmontar, dinamitar, hackear el patriarcado en sus esencialismos, violencias, privilegios, exclusiones, colonizaciones y mentiras.

En este número presentamos quince artículos que dan cuenta del abanico de temáticas y enfoques en las cuáles se inscriben los ciberfeminismos. En plural porque como todas las demás corrientes feministas, probablemente más que las otras, es una propuesta dinámica, en reformulación constante, tal como todo lo que está vivo y tal como las tecnologías se reconfiguran continuamente.

Empezamos abriendo la reflexión sobre diferentes temas relacionados al ciberfeminismo que han sido abordados en los números anteriores de la Pillku: brecha de género, producción de conocimientos, mujeres hackers y hacktvismo feminista, ciberacoso y violencia en línea, seguridad y privacidad en la red, políticas públicas de tecnologías – y lo buscamos hacer tomando en cuenta las principales categorías de análisis feministas (patriarcado, cuerpo, sistema sexo-género, público-privado, sexismo y lenguaje, poder) y desde la epistemología feminista (objetividad/subjetividad, de-construcción, visibilización, historización, rebeldías y subversiones), que se distingue de otras epistemologías por el carácter situado, contextualizado de la producción de conocimientos.

Y en este sentido, las autoras del presente número posicionan diferentes temáticas relacionadas a las mujeres, las tecnologías y el ciberespacio. Cecilia Ortmann evidencia que en los espacios de Software Libre aún persisten imágenes y roles de género que reproducen estereotipos, que sostienen una escasa presencia de mujeres (menos del 2% respecto a los varones) y refuerzan la masculinización de este espacio. Montserrat Boix llama atención sobre la pertinencia de la apropiación colectiva, por parte de las mujeres, de las herramientas digitales, de modo que la práctica ciberfeminista se expanda a la tecnopolítica.

De mi parte, alucino en una nota sobre los potenciales de subversión y rebeldías que nos proporciona internet, sin desconsiderar su sesgo aún excluyente. Gema Manzanares evidencia visibiliza las experiencias de siete mujeres con internet como una apuesta social incipiente en Nicaragua. Y Dane Tapia nos recuerda que necesitamos autogestión ciberfeminista, software y hardware libre ciberfeminista, servidores autónomos ciberfeministas y formar nuestras propias redes ciberfeministas e ingobernables – como una base para la acción directa contra el patriarcado en los entornos digitales.

La gobernanza en internet, así como el ámbito del poder y de las políticas públicas con perspectiva de género y feminista son analizados por Mariana Fossatti y Flor Goldsman, evidenciando que una internet feminista nos obliga a pensar entrar en los temas gobernanza, aprovechando que la misma aún no está del todo definida. A este debate, Estrella Soria rescata nuestro grito de ¡Vivas Nos Queremos!, pues la violencia simbólica y física concreta que se dirige a comunicadoras, periodistas y defensoras de los derechos humanos es letal y urgente de combatir, de modo que se hace urgente tanto las herramientas jurídicas y las garantías sociales, como también las tecnologías.

El tema es inagotable. Karla Aguilar hace una lúcida relación entre ciberfeminismo con ecofeminismo, invitándonos a superar los patriarcales dualismos entre mujer-naturaleza y, además, calle-pantalla. @Hackerosa desglosa lo TransHackFeminista hoy asociado a Internet desde los movimientos subversivos, también llamándonos a defender nuestra la privacidad y seguridad en la red, que se enmarca en los derechos digitales. Florencia Goldsman se aventura en el debate pos porno desde la perspectiva de una internet feminista y, a través de testimonios problematiza el acceso a contenidos sexuales y porno, el anonimato y la regulación de nuestras vidas sexuales, elecciones y navegaciones en internet. ¡¡Un texto bombástico!!

Las notas que cierran el tema central son una entrevista a Norma Cacho, de la Colectiva LesBrujas, quien nos comparte sus encuentros y desencuentros con la tecnología – tema sobre el cual aún necesitamos seguir reflexionando. Republicamos una pertinente nota de Dafne Sabanes Plou sobre los derechos de las mujeres en internet, en especial aquellos relacionados al acceso y a la privacidad y seguridad. Finalmente, Catalina Ruiz-Navarro contraataca a los Trolls, denunciando de manera situada y comprometida, los abusos y violencias que las mujeres periodistas viven en el ciberespacio.

En la sesión de más temas Keka López nos comparte una etnografía visual a partir de sus incursiones con Rhizomática en Sierra Juárez-Oaxaca, estado tan golpeado y que, sin embargo, la resistencia está viva y en movimiento. Tenemos también una bellísima entrevista, realizada por Anita Almada a Manuel Kaufmann, cuya narrativa seguro apasionará a todxs que creemos en la construcción de nuevas libertades. Nuevas libertades no marcadas por el patriarcado capitalista – y un poco de eso se habla en la entrevista que San Hoerth realizó a Enric Durán, sobre el FairCoin, moneda alternativa que apuesta por la construcción de una economía no capitalista, anclada en los principios de los bienes comunes.

No perdimos la oportunidad de compartir el Webinario sobre Movimientos Sociales y Medios de Comunicación frente a la Dominación Tecnológica, que realizó Pillku en el pasado mes de agosto en Oaxaca, México. Dmytri Kleiner nos invita a una necesaria reflexión: no esperar que las hackers, sólas y con todo activismo que asumen, vayan a resolver el problema de la seguridad en la red – la lucha contra el sistema capitalismo que se apropia de internet y las tecnología requiere de la participación de todas las personas. Desde Ártica, Jorge Gemetto reseña el artículo de Lea Shaver, sobre el derecho a leer.

Voces Libres vienen con todo: cinco otros textos para que no tengas ni un solo motivo para decir que aún no sabes y ni te interesa el ciberfeminismo. Y la agenda está buenísima, ¡ojalá haya tiempo para participar de estos fantásticos eventos!

No quiero terminar sin mencionar nuestra alegría en dar la bienvenida a @Hacklib, que después de trabajar para diferentes editoriales decidió seguir el camino del software libre y sumarse a la Biblioteca Campechana Mental del Rancho Electrónico, ¡se suma a la comunidad expandida de Pillku!

Ahora sí: ¡Subversivas lecturas y nos vemos en diciembre!
@AguayAmbiente

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