Los comunes son un antídoto

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En el taller realizado en México DF tuvimos una pequeña charla para que nos cuente su perspectiva acerca de los comunes.

¿Cual es el trabajo que venís haciendo con los comunes?

Yo vengo trabajando desde hace unos 15 años en una sucesión de organizaciones en temas que no directamente son de promoción de los comunes, pero si de las campañas de resistencia a los procesos de cercamiento y exclusión de los comunes. En este marco yo creo que se alista primeramente la campaña por la reforma agraria y los movimientos del campo en Brasil y todo el tema de tener un proyecto de comunalidad con el tema de la tierra como propiedad privada y en un régimen de ultra concentración como tenemos en nuestro continente.

Después de eso tenemos el marco de lo que es la expansión del agronegocio en la región y que también es una fuerza de destrucción de los comunes y ahí están las semillas criollas, está todo lo que es el patrimonio de la humanidad. Las semillas, pero también la biodiversidad y los conocimientos tradicionales asociados a la biodiversidad se destruyen. Y tenemos la expansión de la celulosa que también va sobre territorios indígenas, territorios de afrodescendientes en Brasil y que todo eso va transformando el paisaje, va destruyendo las formas de comunalidad, e inclusive la comunalidad que está escrita en el paisaje. No es más un paisaje común, con una historia, con una trayectoria, es un paisaje industrial, una fábrica a cielo abierto.

Más recientemente un nuevo ataque a los comunes es todo lo que tiene que ver con las políticas climáticas, y que transforman el clima, que también es un bien común. La atmósfera es un piso de acumulación de transformación de mercancía. Ahí tienes el mercado de carbonos, y tienes los mecanismos territoriales que generan los créditos de carbono. Y ahí tienes el MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio) que es lo que hoy en día financia represas, agrocombustibles y privatización de basureros. Hay mucha gente que vive y tiene lógicas económicas a partir del reciclaje de basura que ahora están excluidas de eso, y el mecanismo de REDD Plus que es Reducción de Emisiones de Forestación y Degradación evitable que viene especialmente en la región de la amazonía, como un vedor de acaparamiento de tierras comunes, acaparamiento de lógicas de conservación de los bosques que son comunales, e instauración de métricas ajenas (que es la métrica del carbono) y de mecanismos de control incluso satelital, que una vez más y con más fuerza destruyen las lógicas de confianza que son una erosión de los comunes.

¿Cual es el aprendizaje que te llevás de este espacio de reflexión de los comunes?

Me llevo el aprendizaje de los retos que tenemos por delante. Porque pensar los commons más allá del mercado y del Estado, nos pone un interrogante muy fuerte. En América Latina hablamos mucho de los procesos de cambio y de los países donde las fuerzas progresistas asumieron el Estado y lo que vemos es que con el Estado y su aparato en mano, que esos procesos de cambio no están impulsando las lógicas comunales y transformando estas prácticas como la seguridad jurídica, muy por el contrario, los procesos más duros son de mercantilización y un paso más adelante que es la financierización, o sea, el sacar títulos y alimentar el mercado y alimentar el mercado financiero a través de lo que antes eran bienes comunes. Se está pasando, se está dando a través de leyes, a través de procesos legales, estatales de reformas institucionales de varios códigos de creación de nuevas instituciones, la creación de nuevos mecanismos, nuevos lenguajes, con una jerga super tecnócrata, y que eso todo pasa en la cotidianeidad de nuestros países en procesos de cambio. Entonces creo que ese para mi es el reto más fuerte.

Porque vivimos aún en una dicotomía muy maniqueista y simplista: “ah si no es el mercado, queremos al papá o la mamá Estado que venga y nos acoja y todo se resuelve con políticas públicas”. Y vemos hoy día que no es tan simple. Y que políticas públicas pueden ser muy maléficas, muy estandarizadoras para el mercado, y que no atienden a las lógicas comunales. Entonces eso creo que para mi, en el contexto brasileño, es el reto más fuerte que tenemos que tener. De cómo esta demanda de bienes comunes tiene sí que dialogar con el Estado, pero que tampoco puede entregar al Estado completamente la tarea de hacer esta creación que es desde la base. Yo creo que los comunes son un antídoto.

¿Cuál sentís que fue el aporte que pudiste hacer a este espacio?

Yo creo que mi aporte es más… yo no me veo como una persona pragmática, pero creo que he jugado este papel de traer ejemplos bien concretos que estamos viviendo, que son las contradicciones y que, al mismo tiempo, es lo que nos atormenta, entonces que los commons no pueden estar en este plano meta donde todos podemos hablar de cosas lindas y pasarnos como 3 días desgranando ideas pero cuando confrontamos esta idea fuerza con lo que tenemos en concreto, lo que está puesto en la lucha política, lo que tenemos como correlación de fuerzas en nuestros países y contextos, ahí sí es donde tenemos que pensar, a partir de eso, y ver cómo trabajamos los commons ahí, y no traerlos como un algo ajeno limpio e inmaculado, como algo que no está pulseando dentro de nuestra realidad que vivimos y que es contradictoria.

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